
Era cuestión de tiempo. Toda crisis que desencadene una contracción de crédito como la que se viene padeciendo desde 2007 provocará, irremediablemente, un incremento de los problemas de solvencia y de las tasas de impago en las compañías. Y así se empezó a reflejar con claridad durante el pasado ejercicio.
Según detalló ayer la agencia de calificación Standard & Poor's, una de las tres más importantes del mundo junto con Fitch y Moody's, en 2008 redujo el rating del 15,8% de las 5.966 empresas a las que sigue. Esta proporción es la más alta desde 2002, el último año del trienio durante el que se prolongó el pinchazo posterior a la burbuja tecnológica.
Los impagos se multiplican
Adicionalmente, la agencia también cuantificó un evidente incremento de los impagos corporativos. Según sus datos, 125 empresas de todo el mundo fueron incapaces de atender sus compromisos financieros durante 2008. Desagregando la cifra total por trimestres, se observa a la perfección el deterioro de la situación conforme avanzó el año: entre enero y marzo se produjeron 18 impagos; entre abril y junio, 20; entre julio y septiembre, 27; y en el último trimestre, 60.
Adicionalmente, la cantidad total implicó que la tasa se disparara del 0,36 al 1,69%. Aunque este aumento fue generalizado, Estados Unidos lo sufrió con especial intensidad, ya que alcanzó el 2,4%.
El mayor aumento lo registraron las empresas con peores calificaciones crediticias -las que poseen grado especulativo-, entre las que la tasa de impago creció hasta el 3,43%, la mayor en cinco años. Dentro de este segmento, el porcentaje de compañías que no pudieron afrontar sus pagos creció del 0,98 al 4,02 % entre 2007 y 2008 en EEUU; del 0,99 al 2,54% en Europa; y del 0,18 al 1,96% en los países emergentes.
Los 'buenos' también sufren
Entre las compañías con un rating más alto -las que poseen el denominado grado de inversión-, dicha proporción se situó en el 0,41%, que también es la más elevada desde 2002.
"El incremento de los problemas corporativos no constituye una sorpresa, puesto que se produce tras muchos años consecutivos de fuerte crecimiento", afirma Diane Vazza, responsable global de renta fija de Standard & Poor's. "Esperamos que la actual ola de impagos restaurará un mayor sentido del equilibrio, de la que resulte una distribución que conduzca hacia una zona más próxima al grado de inversión, como ya ocurrió en 2003", añadió.