Las madres siempre dicen: en esta vida nada es gratis. Y tienen razón. La oferta que ha realizado el Santander a sus clientes particulares para compensar las pérdidas que han sufrido por la estafa de Madoff no iba a ser, ni mucho menos, la excepción. Los primeros contratos que el banco rojo ha mandado a sus clientes son un claro ejemplo de que quien algo quiere algo le cuesta. El coste en este caso es la fidelidad con el banco, aunque éste le haya puesto los cuernos. Lea aquí todas las noticias del escándalo Madoff.
Aunque muchos clientes españoles aún no tienen sobre la mesa contrato alguno, les puede servir de referencia el que sí tienen ya algunos inversores latinoamericanos. Al fin y al cabo, si lo que ofrece el banco es lo mismo para todos (participaciones preferentes por el valor de la inversión inicial con un cupón anual del 2%), lo que pedirá el banco a cambio, también ha de serlo.
Entre las peticiones (obligaciones) que el inversor deberá aceptar se encuentra el mantenimiento del nivel de negocio actual que tenga con el banco. Es decir, si tiene una hipoteca, un depósito y unos fondos de inversión del Santander, no podrá retirarlos del banco. Además, y como es lógico, el dinero de las preferentes tendrá que tenerlo depositado en el banco y, en caso de que en el futuro quiera contratar algún otro producto financiero, el Santander tendrá un trato preferencial.
Otra de las obligaciones que tendrá que asumir es que, en el caso de que el Santander obtenga por vía judicial alguna compensación por parte de la firma Madoff Investment Securities, Bernard Madoff , sus empleados, los auditores o los depositarios (en este caso, HSBC), el cliente no percibirá ni un euro de esta compensación. Además, y según consta en el contrato, "el cliente renuncia, exonera, dispensa y libera para siempre de responsabilidad a las personas vinculadas al banco y renuncia a cualquier juicio con jurado en cualquier procedimiento que pudiera surgir o tenga relación con el contrato". En resumen, que si dice sí al contrato, dice sí también a no presentar ninguna demanda contra el banco por este asunto o a retirarla, en el caso de que ésta ya haya sido interpuesta.
Los puntos clave del acuerdo
Tres días después de que el Santander hiciera pública su oferta de acuerdo, se empiezan a conocer algunos detalles de la misma. Por ejemplo, el Santander no especificó en un primer momento cuál sería el valor nominal de la participación y tampoco la fecha de emisión de las mismas. Pues bien, según el contrato que han facilitado a un inversor argentino y al que ha tenido acceso elEconomista, el nominal de la participación será de 1.000 euros o de 1.500 dólares, si el fondo Optimal se contrató en EEUU. Por ejemplo, si la inversión en Optimal era de 100.000 euros, tendrá derecho a 100 participaciones. La fecha de emisión lo decidirá "unilateralmente el Banco Santander [...] pero en todo caso será antes del 31 de marzo de 2009".
Además, quienes se acojan a esta oferta, la única que hasta la fecha ha hecho un banco afectado por Madoff a sus clientes, sólo tendrán de plazo para firmar el contrato hasta el 5 de febrero, menos de una semana. Esto deja muy poco margen para que los inversores españoles, con los que previsiblemente se intentará llegar a un acuerdo entre hoy y mañana, puedan solicitar algún tipo de asesoramiento. De hecho, según han asegurado algunos de ellos, han recibido órdenes de que ni siquiera podrán sacar el contrato fuera de las oficinas del banco.
Llegados a este punto hay que preguntarse ¿es la oferta del Santander una buena opción para sus clientes? Depende del perfil del inversor y de su necesidad de liquidez (el Santander podría si quiere comprar las acciones en diez años, pero no antes) ya que si necesita el dinero con urgencia no parece que sea lo más adecuado a priori; aunque tampoco hay nada mejor....Y es que todo parece indicar que esta oferta son lentejas por lo que hay dos opciones: o comérselas sin rechistar o tirarlas a la basura. La opción de añadirles algún ingrediente extra es muy improbable, aunque nunca imposible.