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EEUU presiona a Cuba en DDHH en negociación para restablecer su relación

Por Rosa Tania Valdés

LA HABANA (Reuters) - Estados Unidos dijo presionó a Cuba para que mejore la situación de los derechos humanos durante unas históricas negociaciones, molestando a los cubanos después de que ambas partes reportaron avances en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.

En el segundo día de conversaciones en La Habana, las delegaciones calificaron como "positivo" el clima de la reunión, pero reconocieron que será un proceso "largo" dadas las profundas diferencias y décadas de desconfianza mutua.

Estos son los primeros contactos desde que el presidente estadounidense, Barack Obama, y el mandatario cubano, Raúl Castro, anunciaron el 17 de diciembre un acercamiento histórico después de 18 meses de contactos secretos.

"Presionamos al Gobierno cubano para que mejore la situación de los derechos humanos, incluida la libertad de expresión y de reunión", dijo la delegación estadounidense liderada por la secretaria adjunta del Departamento de Estado estadounidense, Roberta Jacobson, en un comunicado.

Cuba, siempre sensible a los esfuerzos estadounidenses que puedan infringir su soberanía nacional, interpretó el término "presionar" sin matices diplomáticos.

"Yo le confirmo que la palabra presión no se usó, tengo que decirlo, no es una palabra que se usa en este tipo de conversaciones", dijo la directora de Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Josefina Vidal, a periodistas.

"Cuba ha demostrado a lo largo de su historia que por supuesto nunca ha respondido ni responderá a presiones de ninguna parte que provenga", aclaró.

No obstante, Vidal dijo que continuarán tratando el tema, en el que mantienen "diferentes concepciones".

"PROCESO MUY LARGO"

Ambos países han sido enemigos políticos desde poco después del estallido de la revolución de 1959 liderada por el expresidente cubano Fidel Castro. Las relaciones diplomáticas fueron interrumpidas en 1961, a pesar de que sólo los separan 145 kilómetros de aguas azules.

"Nuestro esfuerzo de normalizar las relaciones será un proceso muy largo y no se va a limitar al establecer relaciones o a la apertura de las embajadas. Hoy hemos dado nuevos pasos en nuestra nueva dirección", dijo a periodistas Jacobson, más temprano el jueves.

La funcionaria advirtió de que el tema de los derechos humanos, es "fundamental" en las futuras conversaciones. "Sobre el particular tenemos diferencias profundas con el Gobierno cubano", sostuvo.

En la sesión de la tarde, las delegaciones hablaron sobre temas de interés común para la cooperación en la seguridad aérea y la aviación y sobre la respuesta a eventuales derrames de hidrocarburos. También identificaron áreas potenciales de cooperación en el combate al narcotráfico, el terrorismo y a epidemias como la del virus del Ébola.

RESPETO MUTUO

La delegación cubana se comprometió con un mejor clima bilateral, pero pidió "respeto recíproco" al sistema político, económico y social de ambos estados y la no injerencia en los asuntos internos.

"Nadie puede pretender que para mejorar las relaciones Cuba renunciará a sus principios ni que negociará aspectos de una política que ha sido reconocida como fracasada, ni elementos del bloqueo por cambios internos en nuestro país", dijo Vidal.

"Se trata de establecer relaciones civilizadas entre dos países que tienen profundas diferencias (...) pero que pueden convivir de manera civilizada y pacífica, reconociendo y respetando esas diferencias", agregó.

Cuba pidió la derogación del embargo económico que Washington ha mantenido sobre la isla durante décadas y ha insistido en ser eliminada de la lista de estados patrocinadores del terrorismo.

Estados Unidos habló el jueves con los representantes de La Habana asuntos relacionados con el levantamiento de las restricciones de viaje a sus diplomáticos y con la posibilidad de convertir la sección de intereses, que actualmente opera en la isla, en una embajada.

El Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, dijo el miércoles que esperaba abrir formalmente una embajada de Estados Unidos en Cuba y aseguró estar preparado para reunirse en el momento adecuado con el ministro de Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, con quien solo ha conversado telefónicamente.

En la primera ronda del miércoles los gobiernos no pudieron ponerse de acuerdo sobre las políticas migratorias de Washington hacia La Habana, en especial una ley que da beneficios exclusivos a cubanos y que Estados Unidos mantendrá a pesar de que la isla argumenta que fomenta la emigración ilegal.

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