Por John Irish y Alexandria Sage
PARÍS (Reuters) - El presidente francés, el socialista François Hollande, pidió el lunes a su primer ministro que forme nuevo gobierno, en un intento de imponer su voluntad al gabinete después de que varios ministros de izquierda pidieran un cambio en la política económica.
El movimiento inesperado llega al día siguiente de que el ministro de Economía, Arnaud Montebourg, condenara la "austeridad" fiscal y atacar la "obsesión" alemana por el rigor presupuestario.
En un comunicado conciso, la oficina de Hollande dijo que el primer ministro Manuel Valls había presentado la dimisión de su Gobierno, abriendo la vía a un cambio de gabinete apenas cuatro meses después de asumir el cargo.
"El jefe de Estado le pidió que formara un equipo que apoye los objetivos que ha establecido para el país", dijo el comunicado, sugiriendo que Valls continuará intentando reanimar la segunda mayor economía de la eurozona con recortes de impuestos para las empresas, además de tratar de contener el déficit público recortando el gasto.
Francia ha quedado por detrás de otras economías de la eurozona a la hora de salir de la reciente crisis económica, alimentando la frustración ciudadana con la gestión de Hollande, tanto entre los socialistas como en la oposición.
El nuevo Ejecutivo se formará el martes y no había ninguna información por el momento de quién se quedaría y quién se iría.
Si Hollande decide prescindir de Montebourg, considerado un potencial rival presidencial, se arriesgaría a que el depuesto ministro se enfrentara a él con una banda de diputados díscolos y le privaran de la mayoría parlamentaria que necesita para impulsar las reformas.
La oposición conservadora, que durante semanas ha estado inmersa en su propia crisis de liderazgo, pidió la disolución inmediata del parlamento, al igual que hizo el Frente Nacional de ultraderecha.
"Habiendo agotado la mitad de su mandato, no se vislumbra la capacidad del presidente, o de cualquier gobierno que elija, para asumir decisiones clave", dijo el ex primer ministro François Fillon, uno de los posibles candidatos conservadores a las elecciones presidenciales de 2017.
"UN MOTOR ALTERNATIVO"
La debilidad de la economía ha sido un factor importante en la caída en los índices de aprobación de Valls a un nuevo mínimo del 36 por ciento este mes, mientras Hollande se mantiene como el presidente más impopular en más de medio siglo, según mostró el domingo un sondeo de Ifop.
Pese a ser promocionado a ministro de Economía, Montebourg ha surgido como la cabeza más visible de la izquierda desde que en enero Hollande adoptara una línea más proempresarial para intentar fomentar la economía con rebajas fiscales a las compañías.
Hollande también ha intentado restaurar las relaciones con los conservadores de la canciller alemana, Angela Merkel, que se han tensado por los repetidos incumplimientos de Francia con los objetivos presupuestarios acordados con la Comisión Europea.
En declaraciones en una reunión de los socialistas celebrada el domingo en el este de Francia, Montebourg dijo que las medidas para reducir el déficit llevadas a cabo desde la crisis que comenzó en 2008 han dañado a las economías de la eurozona e instaron a los gobiernos a cambiar de rumbo rápidamente o se arriesga a ceder votos a partidos populistas y extremistas.
"Ha llegado el momento de que adoptemos un liderazgo alternativo, para crear un motor alternativo", dijo en la reunión, donde el titular de Educación, Benoît Hamon, también pidió reorientar las políticas de Hollande.