Por John O'Donnell
BRUSELAS (Reuters) - Jean-Claude Juncker negó el martes que esté a favor de un superestado federal europeo mientras buscaba el apoyo de los conservadores británicos y de otros euroescépticos para su presidencia de la Comisión Europea, pero sus afirmaciones recibieron una fría respuesta.
El que fue nominado para liderar el Ejecutivo de la Unión Europea dio su mensaje al grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR, por sus siglas en inglés) en el Parlamento europeo 10 días después de que el primer ministro David Cameron fracasase en su intento de bloquear su camino al máximo cargo de Bruselas.
"A pesar de lo que podáis haber leído en la prensa británica, yo no quiero un Estados Unidos para Europa", dijo el ex primer ministro de Luxemburgo a los legisladores, según una persona presente.
"No creo que Europa pueda ser construida en contra del Estado nacional".
En su visita a los principales grupos políticos para explicar su visión, Juncker, de 59 años, intentó mostrar que entendía algunas de las críticas de euroescépticos en Bruselas.
"La UE se ha vuelto demasiado burocrática", dijo a una sala llena de legisladores conservadores. "No cada problema en Europa es un problema para Europa".
Hablando tras la reunión, el líder del ECR, que cuenta con 70 escaños, dijo que aunque habían dado a Juncker "un juicio justo" seguía habiendo áreas de desacuerdo.
"Tuvimos un robusto intercambio en una serie de temas", dijo a periodistas el conservador británico Syed Kamall.
"Hablamos sobre cosas como el mercado único digital o la flexibilidad laboral (...) Queríamos apoyar eso", dijo. "Hablamos sobre que el alto representante para asuntos exteriores fuese efectivamente un ministro de Exteriores (...) no le aplaudimos".
Si como se espera recibe el respaldo de la mayoría del Parlamento el 16 de julio, Juncker tomaría posesión del cargo para los próximos cinco años en noviembre, haciéndose cargo de la institución responsable de proponer las leyes y políticas para el bloque.
La Comisión también encabeza negociaciones comerciales y el vicepresidente coordina la política común de Exteriores de la Unión.
Líderes de la UE nominaron a Juncker para el puesto el mes pasado a pesar de la oposición de Reino Unido, que lo describió como un federalista de la vieja escuela y veterano de Bruselas, poco apropiado para la tarea de renovar el Ejecutivo que propone y hacer cumplir las leyes en el bloque.