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El presidente italiano sopesaría un nuevo gobierno tecnócrata

ROMA (Reuters) - El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, está estudiando la posibilidad de un nuevo gobierno liderado por tecnócratas como una salida para el punto muerto político en el país, dijeron fuentes el martes.

Este tipo de solución se aplicará si el líder del centroizquierda Pier Luigi Bersani no consiguiera formar gobierno después de que reciba el mandato inicial de Napolitano, dijeron.

Bersani ganó la mayoría en la Cámara de los Diputados y dice que tiene derecho a ser el primero en intentar formar un gobierno, aunque no tiene una mayoría factible en el Senado.

Sin embargo, el líder del Movimiento 5 Estrellas (M5E) Beppe Grillo, que tiene la baza de haber sido el más votado, respondió a las especulaciones sobre un gobierno tecnócrata en los medios italianos, diciendo que no apoyaría este tipo de administración.

"Los gobiernos tecnócratas no existen de naturaleza sino sólo gobiernos políticos apoyados por mayorías parlamentarias. El Gobierno Monti fue el gobierno más político desde la guerra", dijo en su blog.

Señaló que un primer ministro tecnócrata sería insuficiente para cubrir las responsabilidades de los partidos tradicionales.

Napolitano tiene el encargo de encontrar una salida al punto muerto, pero no empieza consultas formales hasta alrededor del 15 de marzo por razones constitucionales, que alientan tanto las especulaciones como las maniobras de los políticos.

Sin un partido capaz de controlar la cámara alta, las opciones para formar gobierno dependen de un acuerdo entre al menos dos de las tres principales fuerzas rivales en el parlamento: el centroizquierda de Bersani, el bloque de centroderecha liderado por Silvio Berlusconi, y el antisistema M5E.

Grillo ha expresado su repetida hostilidad hacia las propuestas de Bersani y se considera que es improbable que apoye un gobierno dirigido por él.

El lunes, Vito Crimi, recién designado líder del M5E en el Senado, dijo que su grupo no daría un voto de confianza a ningún gobierno dirigido por uno de los principales partidos pero que podría respaldar una administración "alternativa al sistema de partidos".

Sin embargo, el martes dijo que sus declaraciones habían sido malinterpretadas y que el movimiento no apoyaría un gobierno tecnócrata, y que la intención de la formación era dirigir un gobierno ella misma.

Grillo pasó gran parte de la campaña electoral haciendo ataques feroces contra el gobierno de Monti, que Napolitano designó en plena crisis financiera en 2011.

INVITACIÓN

Monti, el primer ministro saliente, invitó a los líderes de los tres principales bloques a reunirse para hablar sobre la reunión del Consejo Europeo de la próxima semana en Bruselas, la primera oportunidad de encontrarse para los jefes de los partidos desde las elecciones.

El Partido Democrático de Bersani (PD) tiene previsto reunirse el miércoles para hablar sobre sus próximos pasos y aprobar un programa de reformas en áreas como la corrupción y la financiación de los partidos, que Bersani ha dicho que presentará al parlamento.

Ha descartado una alianza con Berlusconi y ha llamado al partido de Grillo, la tercera fuerza del parlamento con 163 miembros en ambas cámaras, para que respalde sus propuestas.

Sin embargo, la propia posición de Bersani se ha visto debilitada por las elecciones, en las que el PD era el claro favorito para ganar, y han crecido las especulaciones sobre que podría ser reemplazado, posiblemente por el alcalde de Florencia, Matteo Renzi, de 37 años.

El punto muerto político en Italia ha causado alarma entre sus socios europeos por las preocupaciones de que la inestabilidad podría reavivar la crisis de mercado que llevó a la eurozona al borde del colapso antes de que Monti fuera designado en noviembre de 2011.

El lunes, los ministros de Finanzas de los 17 países de la moneda única reunidos en Bruselas dijeron que eran optimistas acerca de que cualquier gobierno que se forme en Italia mostraría responsabilidad.

Monti sigue al cargo de los asuntos gubernamentales cotidianos hasta que se forme un nuevo gobierno, pero no puede aprobar leyes importantes.

Sus propios resultados en las elecciones, en las que lideraba el grupo de centro que consiguió sólo el 10 por ciento de los votos, le han descartado para otra legislatura como jefe de un gobierno apartidista.

/Por Steve Scherer y Roberto Landucci/

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