ROMA (Reuters) - El primer ministro italiano, Mario Monti, anunció una rebaja en el impuesto sobre la renta de las personas con menores ingresos, dando un sorprendente respiro a los atenazados hogares italianos de cara a las elecciones parlamentarias del próximo año, pero dejando insatisfechos a los sindicatos, que amenazaron con una huelga.
La inesperada medida se anunció el miércoles junto con un aumento de un punto porcentual en el Impuesto sobre el Valor Añadido y una serie de recortes de gastos diseñados para mantener a Italia en camino a cumplir las metas de presupuesto acordadas con la Unión Europea.
Monti dijo que la rebaja multimillonaria de impuestos, que entraría en vigor unos cuatro meses antes de las elecciones, muestra que las dolorosas medidas de austeridad aplicadas por su Gobierno estaban empezando a dar resultados.
"Hoy podemos ver que la disciplina presupuestaria compensa y tiene sentido", dijo a los periodistas después de una maratoniana reunión de gabinete.
Los economistas dieron una cauta bienvenida a la rebaja de impuestos, pero dijeron que hará poco por abordar el problema subyacente del crecimiento persistentemente bajo que ha perseguido a la economía italiana desde hace más de una década.
SINDICATOS AMENAZAN HUELGA
El mayor sindicato de Italia, el CGIL, dijo que los recortes al gasto y los servicios locales equivalen a un nuevo paquete de austeridad y que el Gobierno debe hacer más para ayudar a los trabajadores.
"Si no hay respuestas a los sueldos y empleos, habrá una huelga general", dijo la líder del CGIL Susanna Camusso en Twitter.
Tito Boeri, profesor de economía en la Universidad Bocconi de Milán, sostuvo que el paquete podría haber ido mucho más allá.
"Sigue siendo una medida muy tímida, ya que la disposición es aún muy limitada en lo que se refiere a reducción de la presión fiscal sobre los salarios. Podrían haber hecho mucho más", dijo.
El recorte de un punto porcentual en los dos tipos de ingresos sobre la renta más bajos tendría un coste de 5.000 millones de euros, según una fuente del Tesoro.
La tasa bajará a un 22 por ciento para quienes ganan menos de 15.000 euros al año, y a un 26 por ciento para los salarios entre 15.001 y 28.000 euros.
Los recortes entrarán en vigor a comienzos del próximo año, justo meses antes de las elecciones que deben realizarse en abril. Los tres grupos superiores de ingresos mantendrán sus tipos sin cambios.
El Gobierno no cumplió con las expectativas de eliminar un aumento previsto de dos puntos porcentuales al Impuesto sobre el Valor Añadido, que debe entrar en vigor en junio del próximo año, pero limitó la subida a un punto porcentual.
Giacomo Vaciago, economista de la Universidad Católica de Milán dijo que la rebaja tributaria es una "pastilla dorada que apunta a crear algo de esperanzas", pero que no hace nada por tratar el problema del crecimiento.
"En términos estructurales, para la recuperación, hay poco o nada. No hay una discusión seria, estructural de la recuperación", afirmó.
/Por Giuseppe Fonte/