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Irlanda celebrará un referéndum sobre el tratado fiscal de la UE

DUBLÍN (Reuters) - Irlanda celebrará un referéndum sobre el nuevo tratado fiscal de Europa, dijo el martes el primer ministro Enda Kenny, preparando el escenario para la primera votación popular sobre el plan liderado por Alemania con el que imponer una disciplina presupuestaria más estricta en toda la Unión.

El apoyo a la UE se ha enfriado en Irlanda tras su crisis financiera, lo que significa que no hay garantía de que la votación prospere. Un rechazo perjudicaría los proyectos de financiación a largo plazo de Dublín y pondría en duda el compromiso del país con la moneda única.

Después de unirse a otros 24 estados de la UE el mes pasado en un pacto para imponer una disciplina presupuestaria más estricta, Kenny buscó el asesoramiento del abogado del Estado sobre si sería necesaria llevar a cabo una consulta popular y dijo al Parlamento que el referéndum es necesario.

"Se pedirá al pueblo irlandés su autorización en un referéndum para ratificar el tratado de estabilidad europeo", dijo Kenny a los diputados, y añadió que los preparativos para la votación se harán en las próximas semanas.

"Creo firmemente que el hecho de que este tratado se apruebe es de interés nacional para Irlanda".

A diferencia de la mayoría de los restantes países europeos, los ciudadanos irlandeses tienen derecho a votar sobre cualquier gran cesión de competencias a Bruselas. Rechazaron los dos últimos referendos sobre la UE, el más reciente en 2008, antes de terminar aprobándolos tras algunas concesiones.

Sin embargo, puesto que está previsto que el nuevo pacto entre en vigor una vez que lo ratifiquen 12 estados, es probable que el Gobierno solo tenga una oportunidad de conseguir su aprobación. Eso provocó que el ministro irlandés de Asuntos Europeos advirtiera el mes pasado de que sería difícil para el país permanecer en la zona euro si el resultado de la consulta fuera "No".

Rechazar el tratado también impediría a Dublín acceder al Mecanismo de Estabilidad Europea (MEE), el sucesor permanente del actual fondo de rescate de la zona euro que Irlanda está aprovechando como parte del rescate de la UE y el FMI que se prolongará hasta finales de 2013.

El leve retorno al crecimiento el año pasado y el éxito que ha tenido en ir cumpliendo los objetivos establecidos por los prestamistas internacionales ha permitido al país distanciarse de los otros rescatados, Grecia y Portugal. Sus costes de financiación han caído más de la mitad en los mercados secundarios desde julio del año pasado, y el bono a 10 años cotizaba el martes a un 6,89 por ciento, el nivel más bajo desde el periodo previo a aceptar el rescate en octubre de 2010.

Sin embargo, un rechazo en el referéndum podría cambiar la situación.

Irlanda tiene como objetivo poder salir a los mercados para emitir deuda este mismo año como primer paso para cumplir con el calendario del rescate, pero con unos 20.000 millones de euros de costes de endeudamiento para cubrir en el año 2014, la mayoría de los analistas creen que necesitará nueva financiación oficial para cumplir con algunos de sus compromisos.

"La votación tiene importantes implicaciones potenciales para Irlanda en los próximos años", dijo Dermot O'Leary, economista jefe en Goodbody Stockbrokers.

"Hay una posibilidad razonable de que Irlanda necesite financiación en el futuro, y puede venir sin duda del MEE"

Un sondeo el mes pasado sugirió que el tratado sería aprobado por un estrecho margen, con un 40 por ciento de los encuestados diciendo que votarían favorablemente. Otro 36 por ciento se oponía al tratado, mientras una cuarta parte de los electores estaba indecisa.

/Por Padraic Halpin y Lorraine Turner/

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