M. Continuo

Cubanos dicen que el embargo de EEUU ha fracasado tras 50 años

LA HABANA (Reuters) - El 50 aniversario del embargo comercial que Estados Unidos aplica contra Cuba fue recibido el martes con poca propaganda en la isla, donde los cubanos dijeron que era una política fracasada que sólo había logrado hacer cada día la vida más difícil.

Los cubanos sostienen que si se levanta el embargo es probable vivir un poco mejor, pero algunos dijeron que también aumentaría la presión sobre el Gobierno para solucionar los problemas que durante años se ha acusado a Estados Unidos por las sanciones impuestas.

El 7 de febrero de 1962, un embargo parcial se convirtió en casi total cuando el presidente John F. Kennedy intentó aumentar la presión sobre el joven Fidel Castro que en medio de la Guerra Fría había alineado al país con la Unión Soviética.

El Gobierno de Kennedy esperaba que la prohibición comercial hacia La Habana podía arruinar la economía cubana y socavar la revolución liderada por Castro en 1959.

Tras medio siglo y nueve presidentes de Estados Unidos, Fidel Castro, que se apartó del poder en 2006 debido a una enfermedad, todavía se mantiene cerca de su hermano Raúl Castro, quien está al frente del país manteniendo el sistema socialista.

Pero, el embargo sigue siendo la piedra angular de la política de Washington hacia la isla caribeña a sólo 90 millas (145 kilómetros) de las costas de Florida.

El "bloqueo", como se conoce a las sanciones de Estados Unidos a Cuba, no logró su objetivo principal, pero ha hecho las cosas más difíciles y más costosas para el cubano medio, dijo el jubilado Jorge Juan Castillo, de 67 años.

"Sabemos que nos embarga una potencia y la potencia nos podría vender (productos) más baratos. Tenemos que ir a otros lugares y adquirirlos más caros. El objetivo es destruinos, ahogarnos", dijo.

Roberto Esteban, un trabajador privado que vende artesanías cubanas, dijo que los crónicos problemas económicos de Cuba son atribuibles a las sanciones de Estados Unidos.

"Nos hace mucho daño. Aquí hay mucha gente que piensa que no, que es el país, que es un problema interno", dijo en su trabajo en el centro de La Habana.

HACER DAÑO

"No creo que sea un problema interno. El bloqueo existe y está haciendo daño", dijo.

El diario Granma, del gobernante Partido Comunista, no tenía ninguna nota el martes acerca del aniversario 50 del embargo, pero las noticias de la televisión cubana recordaron que las sanciones de Washington habían costado a la isla 975.000 millones de dólares en los últimos años.

El Gobierno de Estados Unidos abrió una brecha al embargo cuando permitió las ventas de productos agrícolas y medicinas a Cuba desde su país. El presidente Barack Obama ha flexibilizado las restricciones de viajes a la isla.

Muchos cubanos sostienen que la persistencia del embargo no se puede culpar únicamente al Gobierno de Estados Unidos.

Los cubanos piensan que los intereses creados en la comunidad cubana en el exilio de Estados Unidos quieren que se mantenga por su propio interés económico y político. Dicen que el propio Gobierno considera que es un chivo expiatorio conveniente.

"Es como si fuera un escudo de lo mal hecho aquí", dijo Rafael García, un vendedor de verduras. "Influye en parte, pero no determina todo", apuntó.

El economista disidente Oscar Espinosa Chepe dijo que el embargo sólo ha servido "para dar al gobierno una excusa, de declarar a Cuba una fortaleza sitiada (...) y echarle la culpa al embargo del desastre económico en Cuba".

Los partidarios del embargo en Estados Unidos dicen que las sanciones continúan cumpliendo con el propósito de presionar a Cuba para un cambio político.

"Además de la imposición de la presión económica sobre el régimen de Castro (...) el embargo es una postura moral contra una dictadura brutal", dijo en un comunicado la congresista por Florida Ileana Ros-Lethinen, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Sin embargo, Geoff Thale, director of the Washington Office on Latin America, dijo que era tiempo de abandonar el embargo.

"Los políticos sensatos deben estar impulsando una mayor participación y el diálogo entre Cuba y Estados Unidos. Cuba está cambiando y no debemos pasar los próximos 50 años de pie en el banquillo", destacó Thale.

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