ROMA/ATENAS (Reuters) - Standard & Poor's rebajó la calificación crediticia de Italia, en una sorprendente medida que aumentaba el martes la tensión en la endeudada zona euro y elevaba la presión sobre las autoridades para adoptar más acciones decisivas para resolver la crisis.
Los analistas dijeron que la rebaja de un escalón a la nota de Italia, que la agencia atribuyó a las malas perspectivas de crecimiento y a la inestabilidad política en el país, era un mal augurio para la economía global y acrecentaría las tensiones sobre la banca europea.
La calificación otorgada por S&P se encuentra ahora tres puestos por debajo de la agencia rival Moody's, dejando a Italia por debajo de Eslovaquia y a la par con Malta.
"Existe una amplia percepción de que los responsables de política están un paso por detrás de la acción, de los mercados", afirmó el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, en una conferencia de prensa después que el organismo advirtiera que tanto Europa como Estados Unidos podrían recaer en recesión.
"Europa debe actuar en conjunto", aseguró.
Las rebaja de Italia eclipsó los indicios de progreso en las negociaciones de Grecia con sus acreedores internacionales para evitar quedarse sin dinero dentro de algunas semanas, además de las noticias de que Brasil quería entregar 10.000 millones de dólares mediante el Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a Europa.
"Italia es un asunto mucho más grande que Grecia", dijo Kathy Lien, directora de investigación de divisas en GFT en Nueva York.
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, declaró que la decisión de S&P no refleja la realidad y que su Gobierno ya estaba preparando medidas para impulsar el crecimiento.
"Las evaluaciones de Standard & Poor's parecen ser más dictadas por los artículos de los diarios que por la realidad y parecen estar influidas negativamente por consideraciones políticas", afirmó Berlusconi.
Bajo una creciente presión para recortar su deuda, el Gobierno de Berlusconi impulsó un plan de austeridad por un total de 59.800 millones de euros en el Parlamento la semana pasada, prometiendo lograría un presupuesto equilibrado en 2013.
Sin embargo, hay poca confianza de que el revisado paquete de alzas de los impuestos y recortes de los gastos, acordado sólo tras continuos cambios, haga algo para resolver el problema subyacente del estancado crecimiento de Italia.
"Creemos que el ritmo de reducción de la actividad económica para Italia hasta ahora hará que las metas fiscales modificadas del Gobierno sean difíciles de alcanzar", afirmó S&P en un comunicado.
Europa está bajo una creciente presión mundial para que resuelva una crisis que ha presenciado varios recortes de calificación de deuda y rescates financieros para Grecia, Portugal e Irlanda.
Los analistas dijeron que la crisis tendrá que ser atendida por las autoridades, comenzando con la reunión de la Fed de Estados Unidos el martes y miércoles y las cumbres del G-20 y del FMI y el Banco Mundial de esta semana en Washington.
Un documento de la Unión Europea al que Reuters tuvo acceso mostró que exhortará a China a impulsar su demanda interna y a Estados Unidos y Japón a combatir sus déficits públicos como parte de los esfuerzos globales para volver a equilibrar el crecimiento.
Un responsable gubernamental en Berlín dijo que Alemania desea subrayar la importancia de consolidar las finanzas públicas, en un rechazo a los llamamientos de Estados Unidos para que las economías más fuertes de Europa aporten más estímulo.
ESTRÉS DE LOS BANCOS
En la última señal del estrés que sufre el sistema bancario debido a la crisis de la deuda, tres fuentes afirmaron el Banco de China había dejado de operar contratos de futuros de moneda extranjera o 'forwards de divisas' y operaciones de permuta con bancos franceses, como Société Générale, BNP Paribas y Crédit Agricole, así como con el suizo UBS.
Los forwards de divisas son un tipo de contrato que sirve para cubrir riesgos en operaciones, entre otras cosas.
Una fuente en París dijo que el gigante alemán Siemens retiró un montante desconocido en depósitos de Société Générale en julio. SocGen está bajo una feroz presión del mercado desde inicios de agosto. El banco no quiso hacer declaraciones.
Los bancos franceses están entre los más expuestos a Grecia, país que muchos analistas esperan entre en suspensión de pagos en algún momento. Las acciones de SocGen y BNP caían más de tres puntos.
El jefe del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, en una entrevista con un periódico, instó a los bancos a fortalecer sus balances para mejorar su resistencia a la crisis.
En tanto, un responsable del Ministerio de Finanzas griego dijo que Atenas estaba cerca de lograr un trato con los inspectores del FMI sobre las medidas adicionales de austeridad para asegurar la entrega de los 8.000 millones de dólares del tramo del rescate, necesario para pagar los salarios y las pensiones del próximo mes.
Sin embargo, una fuente de la denominada troika de acreedores dijo que no podía lograrse ningún trato hasta que los responsables no volvieran a Atenas. Hasta ahora han conducido conversaciones por teléfono para aumentar la presión para que Grecia cumpla con sus compromisos.
/Por Catherine Hornby y Angeliki Koutantou/