BRUSELAS (Reuters) - Partidos políticos belgas que llevaban meses tratando de llegar a un acuerdo de gobierno dijeron el jueves que habían superado un gran obstáculo en sus negociaciones, elevando la perspectiva de que puedan formar un nuevo ejecutivo 15 meses después de que se celebraran las elecciones parlamentarias.
Después de 10 horas de negociaciones, los líderes de los ocho partidos salieron poco después de medianoche para anunciar que había un acuerdo sobre las demarcaciones electorales, un asunto espinoso que ha dividido a los políticos de habla francesa y neerlandesa durante una década.
"Este es el mayor obstáculo en la política belga de los últimos 10 años y los ocho partidos han logrado finalmente eliminarlo", dijo Alejandro De Croo, jefe de los Liberales Flamencos, que el año pasado tumbó al gobierno anterior por su incapacidad para resolver este problema.
"Ahora mismo todo está su sitio para iniciar las verdaderas conversaciones de coalición".
El socialista de habla francesa Elio Di Rupo, a quien el Rey del país ha pedido que forme un gobierno, dijo que el acuerdo había desbloqueado las negociaciones, pero que aún había más cosas que hacer.
"Los ocho partidos lograron eliminar juntos los obstáculos que habían causado los problemas en los últimos días", dijo Di Rupo en un comunicado. "El trabajo está lejos de haber terminado y todavía hay muchos temas que discutir".
Sólo 24 horas antes, Di Rupo había descrito las negociaciones como "gravemente bloqueadas" y dijo que presentaría una oferta final para rescatar las conversaciones.
El rey Alberto II, que juega un importante papel en la formación de coaliciones, voló de regreso de sus vacaciones en Francia ante la seria situación política.
El soberano había pedido a Di Rupo el lunes que concluyera las negociaciones lo antes posible. Incluso después del avance logrado, lo más probable es que se tarden varias semanas más en formar un gobierno.
Bélgica lleva en pleno estancamiento político desde las elecciones parlamentarias de junio de 2010, ya que los partidos de ambos lados de la brecha lingüística han sido incapaces sistemáticamente de ponerse de acuerdo sobre la futura estructura del país.
Bélgica está actualmente administrada por un gobierno provisional encabezado por Yves Leterme, quien dijo el martes que se iría a finales de año para asumir un puesto en la OCDE.
Bélgica ha sido objeto de críticas de los mercados financieros por su abultada deuda pública y la falta de un gobierno en toda regla capaz de llevar a cabo reformas estructurales.
Las agencias de calificación Standard & Poors y Fitch han amenazado con rebajar la calificación de crédito AA+ de Bélgica, alegando que la falta de gobierno minaba los esfuerzos presupuestarios en uno de los países más endeudados de la zona euro.
La ratio de deuda con respecto al PIB de Bélgica el año pasado estaba sólo por detrás de Grecia e Italia en la zona euro y estaba a la par de Irlanda, que tuvo que recibir un rescate.
Sin embargo, la previsión del gobierno provisional es que el déficit del sector público se reduzca al 3,3 por ciento del PIB este año desde el 4,1 por ciento de 2010, cifras muy por debajo de los promedios de la zona euro.
Leterme dijo el martes que su gobierno provisional podría presentar un presupuesto para 2012 que ahorraría entre 7.000 y 8.000 millones de euros y con un déficit del sector público por debajo del 3 por ciento del PIB.