M. Continuo

Italia va a la huelga contra las medidas de austeridad

ROMA (Reuters) - Empleados de toda Italia comenzaron el martes una huelga mientras la coalición de centroderecha del primer ministro, Silvio Berlusconi, peleaba por asegurarse el respaldo parlamentario para un paquete de medidas de austeridad.

Se espera que la huelga de ocho horas convocada por el CGIL, el mayor sindicato de Italia, interrumpa el transporte público, incluido el tráfico aéreo, poniendo de relieve una sensación de urgencia en la tercera mayor economía de la zona euro.

El paro, convocado para protestar contra las medidas de austeridad por valor de 45.500 millones de euros, coincide con la apertura de un debate en el Senado, que el Gobierno espera que obtendrá una rápida aprobación antes de que el paquete llegue a la cámara baja.

En un inusual comunicado que subrayó la gravedad de la situación después de una corriente de ventas de bonos italianos el lunes, el presidente Giorgio Napolitano dijo que se necesitaban acciones inmediatas para restaurar la confianza en las finanzas públicas.

"Es un signo de la persistente dificultad en recuperar la confianza, que se requiere de forma urgente e indispensable", afirmó el jefe del Estado, añadiendo que instaba a todos los partidos a no bloquear medidas necesarias para restaurar la credibilidad.

Agregó que era el momento de presentar medidas "capaces de reforzar la eficiencia y credibilidad" del paquete de austeridad aprobado el mes pasado en el Parlamento. Actualmente está siendo sometido a revisión.

El diario financiero Il Sole 24 Ore dijo que un incremento del IVA, una medida a la que hasta ahora se ha resistido el ministro de Economía, Giulio Tremonti, podría estar incluida en el paquete, así como un posible retraso de la edad de jubilación.

Está previsto que el debate del martes en el Senado comience a las 4.30 p.m. (1430 GMT), y la aprobación podría tener lugar el miércoles después de que el opositor Partido Democrático de centro-izquierda dijera el lunes que quería permitir una votación rápida.

El paquete se trasladaría después a la cámara baja antes de su aprobación final, que originalmente se esperaba para el 20 de septiembre.

El Banco Central Europeo ha estado protegiendo a Roma de la fuerza de los mercados adquiriendo bonos italianos para intentar mantener las rentabilidades bajas y evitar que el coste de endeudamiento alcance niveles insostenibles.

Pero su paciencia se redujo por la forma caótica en la que se manejó el paquete de austeridad y por la ausencia de pasos concretos para cumplir la promesa del Gobierno de equilibrar el presupuesto para 2013.

El lunes, Mario Draghi, que en noviembre asumirá como jefe del Banco Central Europeo, aceleró los llamamientos para que Italia actúe, y señaló que la voluntad del banco central de continuar comprando bonos "no debería darse por garantizada".

SUBE LA RENTABILIDAD

En un claro signo del aumento de las preocupaciones de los diez años, las rentabilidades de los bonos italianos a 10 años subieron casi al 5,6 por ciento el lunes, aproximándose a niveles de más del 6 por ciento visto antes de que el BCE comenzara a comprar bonos el mes pasado.

La demanda de los inversores premium de comprar de bonos italianos en lugar de deuda alemana amplió la prima de riesgo de la deuda italiana respecto a la alemana a 369 puntos básicos, más de 30 puntos por encima del equivalente español al convertirse Italia en uno de los focos de la crisis

"Italia es hoy el punto débil del euro. Su debilidad arriesga irreparablemente la construcción total europea, multiplicando también el daño para nosotros", dijo el diario de Turín La Stampa en su editorial en portada.

Los socios europeos de Italia han estado viendo con alarma cómo las disputas en el Gobierno han ensombrecido las medidas. La canciller alemana, Angela Merkel, dijo el lunes a los miembros de su partido que la situación en Italia era "extremadamente frágil".

Italia ha peleado contra un lento crecimiento y uno de los mayores niveles mundiales de deuda pública durante años, pero un déficit modesto, los ahorros privados elevados y un sistema bancario conservador lo habían mantenido al margen de la crisis hasta julio.

El Gobierno de Berlusconi, que hasta hace poco se jactaba de haber mantenido a Italia fuera de la crisis, ha luchado por defenderse contra la presión del mercado, complicada por las profundas divisiones en sus propios rangos sobre impuestos y pensiones.

Medidas que iban desde a un impuesto a las rentas más altas, retrasos en la jubilación para algunos graduados universitarios, recortes a las finanzas locales o abolición de pequeños ayuntamientos se han propuesto y después retirado con rapidez.

En su lugar, Tremonti confía en un aumento de las medidas para combatir la evasión de impuestos a pesar de una larga historia de fracasos de los sucesivos gobiernos italianos.

Berlusconi y Tremonti han estado en desacuerdo sobre el paquete, aumentando las especulaciones sobre una posible crisis política que podría hacer caer al Gobierno.

Para complicar la situación, Berlusconi se ha visto golpeado por un nuevo caso legal, tras el arresto de un empresario la semana pasada por cargos de presunta extorsión al primer ministro en relación con un escándalo de prostitución.

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