WASHINGTON (Reuters) - Mientras se agota el tiempo, el presidente Barack Obama y los legisladores evaluarán formas de elevar el límite de deuda de Estados Unidos y reducir el déficit el domingo, a medida que el plazo del 2 de agosto para evitar el impago se aproxima peligrosamente.
Obama, un demócrata, había dicho que quería escuchar antes del fin de semana de los líderes del Congreso una manera de avanzar en las estancadas negociaciones sobre deuda, pero el día pasó sin un anuncio sobre una nueva reunión en la Casa Blanca.
El domingo podría haber uno.
El Congreso debe elevar el límite de deuda de 14,3 billones de dólares de Estados Unidos antes del 2 de agosto o el Gobierno se quedará sin dinero para pagar sus cuentas, lo que provocará caos en los mercados financieros mundiales y potencialmente haría caer al país en otra recesión.
Los republicanos quieren un acuerdo para reducir el déficit para apoyar el cambio en el límite de la deuda del país, pero discrepan con los demócratas en cómo hacerlo. La Casa Blanca quiere que algunas alzas de impuestos para los estadounidenses más ricos sean parte del paquete, los republicanos se oponen a eso.
El director de presupuesto de la Casa Blanca, Jack Lew, tratará de exponer la postura del Gobierno de Obama en una serie de apariciones en cadenas de televisión en la mañana del domingo. Lew ha sido un miembro clave del equipo de negociación de Obama.
Las posibilidades de un acuerdo parecen escasas. Responsables dicen que Obama, el vicepresidente Joe Biden y otras personas discutieron "varias opciones" con los legisladores el sábado, pero no se registraron avances importantes.
"UNA VERGÜENZA"
Gobernadores estatales, quienes temen los efectos de las negociaciones de deuda sobre sus propias calificaciones de crédito, presionaron a Washington para que alcance un acuerdo.
"Esta es una situación peligrosa e igualmente ridícula que está avanzando sin que nadie intervenga. Se necesita una decisión para solucionar este problema -y eso es elevar el límite de deuda", dijo a Reuters el gobernador de Connecticut, Dannel Malloy, un demócrata, en la reunión de la Asociación Nacional de Gobernadores en Salt Lake City.
"Sería una vergüenza para Estados Unidos de América el no pagar sus obligaciones", dijo el gobernador de Virginia, Bob McDonnell, un republicano.
Expertos dicen que sería mucho más que una vergüenza.
Las agencias de calificación Moody's y Standard & Poor's han indicado que podrían reducir el codiciado índice de la deuda de Estados Unidos si el límite de endeudamiento del país no se eleva y no se acuerdan medidas convincentes de reducción del déficit.
Un plan de respaldo presentado por el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, podría ser la solución que todas las partes adopten si no se puede lograr un gran acuerdo.
El plan de McConnell esencialmente permitiría que los demócratas eleven el límite de la deuda sin la ayuda de los republicanos, y el líder demócrata del Senado, Harry Reid, lo ha aceptado con cautela.
El plan podría incluir cerca de 1,5 billones de dólares en recortes al gasto y la creación de un comité para hallar más formas de ahorrar. El Senado podría votarlo a fines de la próxima semana, pero sigue siendo impopular entre los republicanos de la Cámara de Representantes.