SANÁ/ADÉN, Yemen (Reuters) - El presidente de Yemen acusó el sábado a la oposición de arrastrar al país a una guerra civil, mientras los yemeníes cerraban sus tiendas y sus negocios en todo el país en protesta contra su mandato.
Ali Abdulá Saleh, en un discurso en la capital Saná, pidió a la juventud yemení que formara un partido político de acuerdo a la constitución y dijo que el estado árabe no aceptaría ninguna tutela "en absoluto".
"Ellos (la oposición) quieren arrastrar la zona a la guerra civil y nos negamos a ser arrastrados a una guerra civil", dijo Saleh.
"La seguridad, protección, y estabilidad son en interés de Yemen y en interés de la región", dijo.
Las protestas en Yemen, inspiradas por los levantamientos que derrocaron a los líderes de Egipto y de Túnez, están ahora en su tercer mes y sacan a miles de personas a las calles casi todos los días, demandando el fin de la pobreza endémica y de la corrupción.
Decenas de manifestantes han muerto.
Reconociendo que los estudiantes en Yemen estaban siguiendo los ejemplos de Egipto y Túnez, Saleh dijo que había una "gran diferencia" en Yemen, pero que su gobierno cumpliría las demandas de los estudiantes en el marco de la constitución y de la ley.
Hasta el 90 por ciento de las tiendas, mercados y colegios estaban cerrados en la ciudad portuaria de Adén, en el sur del país, dijo un testigo de Reuters. Había pocos transeúntes en las calles y casi no había tráfico.
Muchos negocios también estuvieron cerrados durante el día en las ciudades de Taiz, la tercera ciudad de Yemen y centro de la oposición al presidente de 69 años, y de Hodeida, en el Mar Rojo.
Los yemeníes inundaron las calles de Saná y de Taiz el viernes en manifestaciones a favor y en contra de Saleh, que recibió con evasivas un plan del Golfo Pérsico para una transición de poder de tres meses.
La propuesta del Consejo de Cooperación del Golfo compuesto por seis naciones pide que Saleh entregue el poder a su vicepresidente un mes después de firmar un acuerdo.
Él designaría a un líder de la oposición para liderar un gabinete interino que preparara las elecciones presidenciales para dos meses después, dijo el viernes un responsable yemení.
El plan, presentado el jueves, también da inmunidad a Saleh, a su familia y a sus asesores, algo rechazado por sus enemigos, que también tendrían que poner fin a las protestas bajo el acuerdo.
Los antiguos aliados de Saleh en el Golfo y en Occidente, preocupados de que el caos en Yemen abra más oportunidades para los extremistas de Al Qaeda, están intentando mediar en una transición ordenada después de meses de protestas contra los 32 años de gobierno de Saleh.