RIO DE JANEIRO (Reuters) - El presidente estadounidense, Barack Obama, llegó el lunes a Chile para ofrecer su punto de vista sobre unos lazos más sólidos con América Latina en medio de una gira opacada por los ataques militares aéreos para contener al líder libio, Muamar Gadafi.
Está previsto que Obama alabe la transición en Chile desde un Gobierno militar a una democracia estable y se refiera a ella como un modelo para Libia y otros países del mundo árabe, sacudido por rebeliones populares contra gobiernos autocráticos.
El mandatario estadounidense, que salió de Río de Janeiro el lunes por la mañana tras dos días de visita en el gigante regional Brasil, planea ofrecer una conferencia de prensa conjunta con su homólogo chileno, Sebastián Piñera.
El encuentro dará una oportunidad a Obama para ofrecer más explicaciones sobre por qué ordenó a las fuerzas armadas de su país unirse a la iniciativa internacional aprobada por Naciones Unidas (ONU) contra Gadafi.
Los críticos republicanos del presidente demócrata exigen que aclare el objetivo de la misión, y sostienen que Obama no ha logrado convencer bien a los estadounidenses, preocupados porque Estados Unidos esté adoptando acciones militares en un tercer país musulmán, además de Afganistán e Irak.
Las acciones militares están amparadas en una resolución de la ONU, destinada a proteger a los civiles libios de las fuerzas leales a Gadafi que están tratando de reprimir un levantamiento popular contra su Gobierno.
En declaraciones a periodistas el sábado en Brasilia durante su gira de cinco días por América Latina, Obama dijo que ordenó una acción militar limitada de las fuerzas de su país para apoyar a una coalición internacional que trata de proteger a los civiles libios.
El presidente está equilibrando la participación estadounidense en Libia con la crisis nuclear en Japón, mientras que al mismo tiempo trata de promover lazos más profundos en una América Latina que ve como una región fértil de rápido crecimiento para las exportaciones estadounidenses.
Cuando Obama asumió el cargo en 2009, en América Latina se pensaba que daría a la región el respeto que siente que se merece por su fuerte desempeño económico.
Pero dos años después existe la sensación de que las relaciones se han dejado de lado mientras Obama lucha contra desafíos domésticos urgentes y guerras en el extranjero.
La relación de Washington con América Latina ha incluido tanto el uso desmesurado del poder estadounidense durante gran parte del Siglo XX como el período de desinterés hacia la región durante la década pasada.
CHILE, BUEN EJEMPLO
Aunque el golpe de Estado del general Augusto Pinochet en 1973 en Chile -que grupos de derechos humanos dijeron que había sido respaldado por Estados Unidos- evoca memorias dolorosas para muchos, un viraje a la derecha el año pasado tras dos décadas de Gobierno centroizquierdista subraya un paso hacia una democracia de libre mercado.
El sólido crecimiento económico de Chile, su éxito en la lucha contra la pobreza y un traspaso pacífico del poder convierten al país en el ejemplo obvio de transición en América Latina, y Obama enfatizará esto en un discurso en Santiago.
Dan Restrepo, principal asesor de Obama sobre América Latina, dijo que el presidente subrayará las lecciones aprendidas por Chile durante su transición como un ejemplo para otros países, mientras presenta la crisis en Japón en el contexto de las propias experiencias chilenas con desastres naturales.
Chile sufrió un terremoto el año pasado que, al igual que la reciente catástrofe en Japón, desencadenó un devastador tsunami que causó una gran cantidad de muertos.
Tratando de posicionar su economía como un centro financiero regional que rivalice con Brasil, Chile espera que la visita de Obama le ayude a establecerse como un participante clave junto a las economías más importantes de América Latina.
La crisis nuclear en Japón después del terremoto amenaza con opacar el objetivo principal de la agenda de Obama en Chile: un acuerdo de cooperación energética nuclear.
Pero el Gobierno siguió adelante y firmó el acuerdo con el embajador estadounidense en Santiago antes de la llegada de Obama, y responsables aceptan que los acontecimientos en Libia y Japón probablemente robarán el protagonismo a lo que es visto en gran medida como una parada simbólica.
Otros temas que abordarán los presidentes incluyen la tecnología, la innovación, las energías limpias y la educación, que son parte de los ejes del Gobierno de Piñera.
Un tema pendiente a resolver es la petición de Chile de exención de visados de turista a los nacionales que visiten Estados Unidos, pero es poco probable que se trate durante este viaje.