M. Continuo

Alemania espera acuerdo G-20 pese a oposición de China

PARÍS (Reuters) - Alemania mantenía el sábado las esperanzas de que las naciones del G-20 alcancen un pacto para medir los desequilibrios económicos globales, pese a una fuerte oposición de China a algunos de los indicadores propuestos.

China rechazó el viernes los planes de un uso real de tipos de cambio y de reservas de divisas para medir los desequilibrios, afirmando que deberían utilizarse cifras comerciales, más que las medidas sobre las cuentas corrientes, para calcular las distorsiones en la economía mundial.

Un fracaso en alcanzar un acuerdo, incluso sobre cómo medir discrepancias en la economía mundial, sería un mal augurio para el proceso del G-20, que tiene la tarea de buscar formas de evitar futuras crisis económicas.

La noche del viernes, después de varias horas de tortuosas negociaciones, los funcionarios veían un panorama incierto.

"No puedo decirles lo que va a suceder mañana. Nadie lo sabe", dijo un funcionario del G-20, agregando que China fue el único país que se negó a aceptar los dos indicadores.

Una alta fuente del G-20 dijo el sábado que los negociadores habían trabajado toda la noche, pero no lograron avances.

Pero mientras los representantes de las economías más poderosas del mundo se aprestan a iniciar las sesiones oficiales, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schaeuble, dijo que había una "buena posibilidad" de romper el punto muerto.

"Creo que vamos a llegar a un acuerdo hoy sobre qué indicadores (usaremos para) medir desequilibrios en el futuro, combatir a tiempo las crisis y llegar a un crecimiento equilibrado", afirmó a los medios.

OBJETIVOS DE FRANCIA

La dura postura de China resalta las divisiones sobre cómo definir desequilibrios económicos y determinar las acciones para solucionarlos, un objetivo clave de la presidencia de Francia del G-20.

Otras dos fuentes del G-20 señalaron que los negociadores no llegaron a un acuerdo y dejarían a sus ministros de Finanzas la tarea de sellar un pacto sobre temas específicos el sábado.

Incluso entonces, no había seguridad sobre un consenso, declararon.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, quien ocupa la presidencia del G-20 este año, instó el viernes a los ministros a que no se distrajeran por la disputa sobre los indicadores y acojan el hecho de que China haya accedido a realizar un seminario del G-20 sobre una reforma al sistema monetario internacional en Shenzhen para fines de marzo.

"Quiero evitar que sus debates queden empantanados en interminables discusiones sobre estos indicadores, que distraen de lo esencial", dijo Sarkozy en un discurso.

El mandatario sostuvo que un enfoque conjunto era el único camino a seguir. "Dar prioridad a los intereses nacionales sería la muerte del G-20", manifestó.

Incluso si todos los obstáculos fueran superados, no existen indicios de objetivos numéricos.

"Se hablará del proceso de aplicación de los indicadores hasta abril en Washington", dijo el ministro Schaeuble.

Francia también ha afrontado oposición con sus otras dos prioridades del G-20: una mayor transparencia y regulación los precios de las materias primas y una reforma al sistema monetario internacional.

El viernes, los ministros dijeron que había un acuerdo amplio sobre dos indicadores que miden la deuda pública y privada, pero Francia, y la mayor parte del grupo, quiere una serie completa que cubra no sólo estos aspectos, sino también la cuenta corriente, el tipo de cambio real y las reservas.

El superávit comercial de China se ha reducido, lo que quizás explique por qué prefiere usarlo como indicador.

Constantemente, China ha respondido con fuerza a la presión de Estados Unidos para que permita que su moneda se revalúe más rápidamente.

Pekín ya ha elevado las tasas de interés para combatir la inflación y se queja de que el "dinero caliente" podría desestabilizar a su economía, señalando la emisión de 600.000 millones de dólares de la Reserva Federal estadounidense.

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