TIKRIT, Irak (Reuters) - Un suicida con un cinturón de explosivos se inmoló el martes entre un numeroso grupo de reclutas de policía en Tikrit, ciudad natal del ex dictador Sadam Husein, matando al menos a 60 personas e hiriendo a más de 100, dijeron las autoridades.
Ahmed Abdul-Jabbar, vicegobernador de la provincia de Salahuddin, dijo que el ataque tuvo lugar junto a un centro de reclutamiento policial donde hombres iraquíes hacían fila con sus documentos buscando un trabajo.
"Quién otro podría ser sino Al Qaeda, que nos sigue masacrando", declaró Abdul-Jabbar. "Ellos son los terroristas", agregó.
Abdul-Jabbar y Raed Ibrahim, jefe del departamento de Sanidad provincial, dijeron que 45 personas fallecieron mientras que un portavoz policial indicó que el número de víctimas mortales era 50. Más de 100 personas resultaron heridas.
Ammar Yousef, responable del consejo provincial de Salahuddin dijo que 62 personas murieron y 120 resultaron heridas.
El ataque fue el más sangriento en Irak desde que el primer ministro Nuri al Maliki ganó en diciembre el apoyo para un segundo mandato, poniendo fin a una parálisis de nueve meses tras las elecciones de marzo.
El nuevo Gobierno incluye al bloque Iraqiya, apoyado por los suníes, que ganó la mayor cantidad de escaños parlamentarios y cuya exclusión del poder podría haber desatado nuevos episodios de violencia.
Los insurgentes han intensificado sus ataques contra las fuerzas policías y militares iraquíes desde que las fuerzas estadounidenses pusieron fin formalmente a las operaciones de combate en agosto pasado con vistas a una retirada total este año.
Algunos responsables culparon a las fuerzas de seguridad iraquíes por el ataque en Tikrit. Pero los atacantes suicidas son difíciles de detener y los soldados estadounidenses no lograron mejores resultados, ni siquiera cuando eran 170.000 hombres. Hoy hay apenas 50.000 tropas del país norteamericano.
El coronel de la policía Thamir al-Jubouri, jefe del escuadrón antibombas de la provincia, dijo que las informaciones iniciales indicaron que el atacante llevaba más de 10 granadas, 20 kilos de TNT y explosivos C4, al igual que rodamientos, en su cinturón.
"Hemos hallado rodamientos en muchos de los cadáveres", dijo Jubouri a Reuters.
ABRUMADOS
Una fuente policial en el principal hospital de la ciudad, ubicada 150 kilómetros al norte de Bagdad, dijo que el centro estaba abrumado.
"El quirófano está lleno de jóvenes muertos o heridos", indicó la fuente con la condición de permanecer en el anonimato. El portavoz policial dijo que más de 300 personas formaban la fila al momento del ataque.
En general, la violencia en Irak ha disminuido desde el punto más alto alcanzado en 2006/07 en medio de un baño de sangre por enfrentamientos sectarios. Pero tiroteos y ataques con explosivos siguen ocurriendo frecuentemente.
La provincia de Salahuddin, hogar de la familia de Sadam, continúa sufriendo frecuentes ataques de supuestos insurgentes suníes que se oponen a las autoridades nacionales, predominantemente chiíes.
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