GALWAY, Irlanda (Reuters) - La controversia sobre el consumo de alcohol del primer ministro irlandés, Brian Cowen, empañó el martes los esfuerzos realizados para asegurar a sus colegas y a los votantes que está encarando las dificultades económicas del país.
El temor a que la que fuera una economía floreciente esté a punto de sumirse en toda una crisis de deuda ha hecho crecer el coste de los préstamos, y Dublín tiene que recortar el peor déficit de la Unión Europea para calmar a los inversores.
Sin embargo, los esfuerzos de Cowen por reunir apoyo público para sus recortes le salieron mal después de que su ronca aparición en un programa matinal de radio provocara una oleada de comentarios en Twitter sobre que estaba acusando los efectos de una noche de bebida.
Un político de oposición escribió en el servicio de microblogs que Cowen sonaba "a medio camino entre borracho y de resaca".
El primer ministro ha negado categóricamente las acusaciones.
"Creo que es un nuevo punto bajo en la política irlandesa", dijo en una rueda de prensa que ponía fin a la conferencia anual de su partido.
"Es una afirmación pésima y sin fundamento", dijo con los miembros de su gabinete flanqueándole como muestra de apoyo.
"Tengo la garganta ronca, por lo que me disculpo", añadió.
Cowen, conocido por su brusquedad en público, suele soltarse durante la conferencia anual, cantando baladas y bebiendo pintas de cerveza a deshoras.
Pero los titulares sobre un fiestero Taoiseach (primer ministro) son lo último que necesita el Gobierno si quiere sacar adelante más recortes ante un electorado que ya está pasando estrecheces, y convencer a los inversores de que Irlanda no se está hundiendo.
"Éste es un hombre exhausto dirigiendo un gobierno exhausto. Para mí, éste es tan solo otro ejemplo de por qué nos irían bien otras elecciones tan pronto como sea posible", afirmó David Farrell, profesor de políticas en el University College de Dublín.
"Es una persona que claramente está bajo mucho estrés y presión y esto se muestra en su pobre aparición de la mañana", añadió.
"POSIBILIDAD PREOCUPANTE"
Aunque hay malestar con el liderazgo de Cowen en su propio partido, Fianna Fail, sus competidores son reacios a atacar, dadas las difíciles medidas presupuestarias que hay que tomar, y la perspectiva de aniquilación electoral.
Las próximas elecciones parlamentarias están previstas para 2012, pero los analistas políticos han dicho que es probable que el Gobierno caiga antes, especialmente si el año que viene se someten a votación tres escaños vacíos.
Se espera que el coste de rescatar el sector bancario tras el estallido de una burbuja inmobiliaria dispare este año el déficit presupuestario irlandés a un impresionante 26 por ciento del Producto Interior Bruto, según estimaciones de Goodbody Stockbrokers.
Pero incluso sin ese gasto excepcional, el déficit rondaría el 10 por ciento del PIB el próximo año, en torno al triple del límite de la Unión Europea de un tres por ciento, según el último sondeo de Reuters.
El martes por la mañana, Cowen intentó calmar los temores de los contribuyentes sobre el presupuesto de este año diciendo en el programa de radio Morning Ireland que habría que ahorrar menos que los 4.000 millones de euros del año pasado.
Pero el mensaje se perdió en el camino, mientras los votantes se preocupaban más por el mensajero.
"¿Y si alguien fuera y llamara a la puerta de la habitación de hotel del Taoiseach a las ocho de esta mañana y tuviera que tomar una decisión muy, muy seria que afectara al futuro de la economía?", preguntó por la tarde un oyente llamado Jonathan que llamó a un programa vespertino.
"Es una posibilidad preocupante", afirmó.