
La familia de lobos ibéricos que vive desde 2013 en la vertiente madrileña del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, de donde desapareció hace más de 70 años, sigue creciendo.
Por tercer año consecutivo, agentes forestales de la Comunidad de Madrid han detectado la presencia de cachorros de lobo ibérico ('Canis Lupus') durante la temporada de cría de 2015, según un comunicado de la Asociación Profesional de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid emitido hoy.
La confirmación de la reproducción de esta especie protegida, que se ha podido certificar tras ser captada la presencia de cachorros con una cámara instalada en su hábitat, y es resultado de los trabajos de seguimiento de la población de lobo que los agentes forestales llevan haciendo hace varios años, desde que se produjeron los primeros avistamientos de ejemplares en territorio madrileño.
Dichos trabajos consisten en prospecciones del territorio y búsqueda de indicios, asistencia y peritación de daños en el caso de ataques a la ganadería, información a la población local con campañas de educación ambiental, y control del furtivismo, entre otros.
"El hallazgo nos permite confirmar el asentamiento de la especie en la Comunidad de Madrid ya que se trata del tercer año en que se ha podido constatar la reproducción y además existen datos de presencia continuada de ejemplares en el territorio de nuestra comunidad desde el año 2009", añade el comunicado, que no precisa cuántos cachorros han sido detectados ni el número total de ejemplares que hay en la vertiente madrileña del Parque Nacional.
Los agentes han organizado un operativo orientado a evitar molestias a esta especie protegida mediante la prevención del furtivismo y la vigilancia de las zonas sensibles que frecuenta, así como a conocer sus movimientos y patrones de alimentación de cara a minimizar los ataques sobre la cabaña ganadera.
"Se trata de un pequeño avance en la frágil situación de las poblaciones marginales del lobo en el límite sur de su área de distribución y su establecimiento al sur del Sistema Central, todo ello dentro del proceso natural de recolonización de nuevos territorios por parte de esta especie", concluye la nota.
La Comunidad de Madrid triplicó en mayo pasado las indemnizaciones a los ganaderos para los posibles ataques de lobos y perros asilvestrados. La cuantía de las ayudas es de 60.000 euros, tres veces más que en 2013.