
Madrid, 24 abr (EFE).- La propuesta de la Comisión Europea (CE) sobre importación de transgénicos del pasado 22 de abril "agilizará la entrada" de estos productos en la Unión Europea, después de que las autoridades de Bruselas hayan "cedido a las presiones" de Estados Unidos, según ha denunciado hoy Amigos de la Tierra.
La ONG recuerda en un comunicado que, de consolidarse, esta nueva norma de la CE eliminará la posibilidad de que los gobiernos del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos (TTIP) prohíban la entrada de organismos modificados genéticamente (OMG), comúnmente conocidos como transgénicos, por "razones ambientales o de seguridad alimentaria".
Esta circunstancia "elimina la posibilidad de que los países se acojan a la cláusula de salvaguardia que ha permitido a los gobiernos hasta ahora responder a las legítimas preocupaciones ciudadanas por cuestiones de salud y medio ambiente", según Amigos de la Tierra.
El actual proceso de autorización de OMG en la UE permite a la Comisión Europea autorizar la comercialización de un transgénico en caso de falta de acuerdo, una prerrogativa que las autoridades de Bruselas "han utilizado de forma sistemática" aprobando sucesivos productos de este tipo "sin tener en cuenta las objeciones de los gobiernos y de la ciudadanía europea".
Sin embargo, con la nueva normativa propuesta esta semana los gobiernos ni siquiera podrán alegar razones ambientales o de salud para prohibir un transgénico en su propio territorio.
Toda prohibición estará además supeditada a unas normas internacionales comerciales que "en la práctica dificultarán enormemente cualquier decisión en este sentido".
El comunicado también advierte de que la Comisión Europea baraja introducir diecisiete nuevos tipos de OMG destinados al consumo humano y/o animal, además de los de tipo "combinados", creados por las grandes compañías en respuesta a las plagas y a las malas hierbas resistentes a los herbicidas.
De acuerdo con el calendario de las autoridades europeas, estas nuevas variantes pueden ser aprobadas la próxima semana, incluyendo diversas clases de maíz y de soja tolerantes a distintos herbicidas, incluido el glifosato, un componente clasificado por la Organización Mundial de la Salud como "probable cancerígeno".