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En 11 sesiones de 2015 hay activos que ya han hecho el año

La tormenta del mercado provocada por las por las elecciones griegas y la caída del crudo ha llevado a los inversores a buscar un refugio para resguardarse de la volatilidad y el riesgo. El oro, la plata y los bonos de EEUU y Alemania dan grandes alegrías a quienes los tenían en cartera.

Los temporales siempre son menos con una buena manta. Al calor de un buen refugio, las tormentas se ven de otra manera, pierden dramatismo, e incluso se aprecia su belleza. En el mercado ocurre una situación similar, por eso, cuando los inversores empiezan a ver nubes en el horizonte buscan un activo seguro para proteger su dinero, y si el refugio genera rentabilidades positivas, pues todavía mejor. Este escenario se ha reproducido en el inicio del año en los mercados, lo que ha provocado que los activos refugio ya hayan cumplido el objetivo que se presuponía en el mejor escenario posible para 2015.

El oro cerró el viernes su semana más alcista en un año y medio, con una apreciación del 5 por ciento y del 8 por ciento en el año. La onza de oro empezó 2015 en 1.184 dólares, y ayer avanzó hasta los 1.280 dólares, precios que no se veían en tres meses.

La semana que entra tiene dos de las citas más importantes del año, que llevarán incertidumbre al mercado, lo que hará que muchos inversores sigan pensando en el oro. En primer lugar, la reunión del Banco Central Europeo (BCE) del jueves, en la que anunciará -salvo sorpresa mayúscula- que se lanza a comprar bonos soberanos y corporativos. Si la entidad adopta un programa contundente, dotado con más de medio billón de euros, la divisa común se depreciará con fuerza, pero si no cumple las estimaciones del mercado y no llega a esa cifra, serán las bolsas las que corregirán. ¿No gana atractivo el oro?

La segunda cita clave será la del domingo 25, con las elecciones de Grecia. La última encuesta, publicada el viernes por la cadena de televisión helena Action 24, da un 31,5 por ciento de los votos al partido de izquierdas Syriza, justo el escenario que más asusta al mercado. Esto significará una nueva dosis de incertidumbre, pero, para evitar esta situación, están los activos refugio.

La plata es el metal precioso alternativo al oro, pero con mayor beta que éste: sus movimientos en el mercado acostumbran a ser más bruscos. La plata acumula un avance próximo al 15 por ciento en 11 días de cotización. Pocos activos ofrecen más este año.

Bonos refugio: rentabilidad y cupón

Fuera de los metales preciosos, los activos refugio por excelencia son los bonos de Alemania y Estados Unidos, que también han recibido una oleada de compras. Si a la protección ante los riesgos de mercado se une el cupón anual que pagan los activos de renta fija, queda completo su atractivo en épocas de alta volatilidad, por baja que sea su remuneración.

El bund cerró la semana en nuevos mínimos históricos de rentabilidad, a la espera de que Draghi anuncie la compra masiva deuda del país. Los técnicos de la entidad barajan comprar deuda de los países en función de su aportación al capital del BCE, lo que significaría que el 25,57 por ciento del montante del programa iría a parar a Berlín. Los inversores que tuviesen su dinero en el bono de referencia alemán a 10 años al inicio del año (en la última semana realizaron una nueva emisión para cambiarlo) consiguen una rentabilidad del 1,3 por ciento. Subidas en precio que significan caídas en rentabilidad: el bund marcó mínimos históricos durante la semana por debajo del 0,45 por ciento.

El bono estadounidense también está viviendo unas semanas muy positivas en el inicio del año. Lejos de asustarse por la proximidad de la primera subida de tipos de interés de la Reserva Federal en ocho años y medio, los inversores se han lanzado a comprar deuda del país para proteger sus ahorros. Esta entrada de dinero ha provocado una fuerte caída de la rentabilidad de los bonos (subida en precio) hasta marcar su nivel más alto desde mayo de 2013, cuando la entidad empezó a hablar de retirar el QE y el pánico al fin del dopaje monetario cundió en el mercado.

Con un dólar tan alcista (es la segunda divisa más fuerte del año de entre las grandes economías después del franco suizo), los inversores extranjeros consiguen garantizarse rentabilidad por la vía de la moneda y, además se protegen respecto a la volatilidad del mercado. El T-Note ha ofrecido un retorno (en dólares) próximo al 3,5 por ciento, a lo que hay que añadir unas ganancias del 4,7 por ciento por la divisa.

Los inversores han buscado refugio incluso en el yen japonés, que después de dos años de fuertes caídas, ha empezado 2015 como una de las divisas más fuertes. También el franco suizo se ha convertido esta semana en un activo refugio, después de que el Banco Nacional Suizo retirase su intervención.

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