
Pocos dichos hay más populares que el que asegura que "a nadie le amarga un dulce". Pero igual de cierto es que la materia prima más dulce, el azúcar, sí puede dar algún susto. En especial a las empresas cuyo negocio depende más de este recurso. Hablamos sobre todo de compañías de alimentación, entre las que destacan los fabricantes de dulces, chocolates y refrescos.
Esta semana se cumplieron cinco años desde que el azúcar marcó mínimos. Desde entonces, se ha revalorizado más del cien por cien, aunque llegó a estar más arriba. De hecho, ha perdido más del 30 por ciento desde los máximos de tres décadas que marcó en agosto de 2011, sobre todo por los excedentes que se registraron tanto ese año como en 2012.
Y es que como sucede con la mayoría de materias primas blandas, "el equilibrio entre suministro y demanda final son los principales factores que determinan el precio, aunque la presencia de ciertas cuotas y tarifas a menudo atenúan su impacto. Dado que la oferta se mueve más rápido que la demanda, su influencia en los precios es más visible. También la actividad especulativa o los movimientos de los hedge funds pueden amplificar los movimientos en materias primas" como ésta, explica Nitesh Shah, analista de materias primas de ETF Securities.
Brasil es la pieza clave para tomarle el pulso al futuro del azúcar. El país, "que proporciona el 25 por ciento del suministro mundial, ha tenido que retrasar la cosecha por el exceso de lluvias. Cuanto mayor sea el retraso en la recogida, más vulnerable será el cultivo a las bajas temperaturas. Además, el mercado de futuros, que fue netamente bajista en agosto, se ha movido rápidamente al lado alcista, amplificando el efecto de subida de precios que tuvo esa noticia", advierte Shah. Sin embargo, aclara que si al final la cosecha "sale mejor de lo esperado, podríamos ver un giro en los precios". De hecho, factores como el aumento de producción que se espera por ejemplo en India pueden ser "negativos para los precios a medio plazo".
El lado de la balanza hacia el que se decante el azúcar tendrá un impacto importante en las compañías cuyo negocio más depende de este recurso. Esas empresas no son otras que las compañías de alimentación, en particular los fabricantes de dulces, chocolates y refrescos. El 51 por ciento de la producción mundial de este recurso va a parar a la producción de alimentos (y un 25 por ciento adicional a otros usos alimentarios), según datos de IbisWorld publicados por Oxfam.
Sin embargo, no todas las compañías del sector tienen la misma sensibilidad a los precios ni tampoco la misma influencia en su producción. Por ejemplo, Coca Cola, PepsiCo y Associated British Foods (que en 2008 adquirió Azucarera Ebro, filial de Ebro Foods) son los principales productores y compradores de azúcar del mundo, tal como señalaba Oxfam en el reciente informe Un trago amargo. En él pedía a estas compañías que apliquen una política de "tolerancia cero" para luchar contra los conflictos que provoca la apropiación de tierras que posteriormente se dedican a este cultivo en países como Camboya, Mali, Zambia y por supuesto Brasil.
Si nos fijamos en los fundamentales de las empresas de alimentación más ligadas al azúcar que cotizan en el Stoxx 600 europeo y en el S&P 500, sólo las que más poder tienen en el sector, Coca Cola y PepsiCo (junto a Con- Agra Foods), reciben un consejo de compra por parte de los bancos de inversión. La excepción es ABF.
Fundamentales más y menos 'dulces'
El caso de ConAgra es algo especial, ya que a pesar de que cuenta con marcas muy dependientes del azúcar como Swiss Miss, su elevada diversificación es la que le hace brillar por encima de todas por fundamentales, ya que cuenta con otras 23 marcas de todo tipo entre sus productos ofertados.
En cuanto a recomendación, existe otro aspecto a destacar: entre las compañías seleccionadas no se encuentra ninguna venta. El resto acapara el consejo de mantener sus títulos, lo que las presenta como un grupo relativamente sólido. De todas formas, la recomendación no es el único dato fundamental que ensalza a estas empresas.
Casi todas se anotan ganancias en bolsa en 2013, sobre todo Britvic, Archer Daniels y Lindt. Las excepciones son Suedzucker, que baja más de un 30 por ciento desde enero, Tate & Lyle, un 2,6 por ciento, y DrPepper un 1,2 por ciento.
Además, continuando con los datos positivos, sólo una cotiza por encima del precio objetivo establecido por el consenso de mercado. El resto seguirá subiendo si las previsiones se cumplen, especialmente en el caso de las suizas Nestlé y Lindt que lideran los 21 valores analizados por potencial. Tras ellas se encuentran las tres compras: ConAgra, Coca Cola y Pepsi, en ese orden.
Por todo lo anterior este grupo de compañías parece interesante para los inversores que quieran encontrar valores en los que invertir al alza y deberán mantener un ojo puesto en ellas. Sólo hay un fundamental negativo generalizado para el grupo, y éste ni mucho menos empaña el buen momento que atraviesan. Y es que, a pesar de que todos los valores obtendrán beneficios durante el año, las previsiones del consenso que se lanzaron en enero a este respecto, ahora se encuentran deterioradas en la mayor parte de los casos. De las europeas analizadas, sólo Associated British y Lindt mejoran sus previsiones de ganancias para este ejercicio. En el caso de las estadounidenses mejoran cinco valores, liderados por Kraft Foods y ConAgra.