Materias Primas

Flaquea el tradicional refugio del oro

Forzado por las medidas cuantitativas de los bancos centrales, el oro está perdiendo su condición de refugio. De hecho, 2013 está siendo tan flojo que el metal ha perdido el nivel psicológico de los 1.600 dólares.

La racha alcista de doce años dorados amenaza con llegar a su fin. Este es uno de los reportajes que puede leer en Inversión a fondo, la nueva revista digital de elEconomista que da ideas para inversores y ahorradores. Con motivo de la publicación de su primer número, adelantamos un fragmento del reportaje sobre materias primas, dedicado al comportamiento del oro y otros metales preciosos. Desde el 23 de febrero, la revista ya está disponible vía suscripción en el kiosko virtual de elEconomista, www.eleconomista.es/kiosko. Inversión a fondo es una publicación mensual y gratuita.

¿Primeros signos de debilidad?

Parafraseando a la campaña publicitaria de unos conocidos almacenes, ya se han vivido doce años de oro... la duda es que 2013 sea el decimotercer año consecutivo en esta prodigiosa racha alcista, en la que el precio por onza se ha revalorizado un 512,5 por ciento (tomando como referencia el cierre de 2012).

Las señales que emite el sentimiento de los inversores en la commodity reflejan cierto agotamiento entre los alcistas. Según datos de BullionVault, la mayor plataforma de compraventa de oro y plata a través de Internet, que desarrolla su propio índice -el Gold Investor Index-, las compras de oro se han frenado hasta los 54,9 puntos después de marcar máximos de doce meses en diciembre en 58,3 puntos; una lectura por encima de los 50 puntos indica mayor número de compras frente a ventas, por lo que se puede interpretar como sentimiento alcista. "Los inversores independientes están celebrando a medias el aluvión de datos económicos. Los niveles de ansiedad se han reducido pero siguen teniendo claro que es necesario tener un seguro contra la crisis a largo plazo", explica Adrian Ash, analista jefe de BullionVault. Por otra parte, la encuesta de sentimiento que elabora Bloomberg semanalmente, refleja -tomando como referencia los datos de la primera semana de febrero- dos semanas consecutivas de retroceso entre los inversores alcistas, aunque estos siguen siendo mayoría al suponer un 48,28 por ciento del total. Aunque cabe destacar que en la primera semana de enero los toros equivalían al 74,07 por ciento del total, por lo que puesta en contexto, la caída en tan sólo un mes ha sido significativa. Paralelamente, la proporción de osos (bajistas) ha retrocedido ligeramente después de cuatro semanas de escalada, de tal manera que el último dato refleja que un 27,59 por ciento de inversores estima que el precio del oro caerá.

De todas formas, es necesario afirmar que el comienzo de 2013 recuerda al de 2012 aunque de una manera mucho más suavizada; el año pasado comenzó con una corrección del precio del oro que después se transformó en una nueva subida, de tal manera que el metal se anotó un alza del 16 por ciento en los dos primeros meses del año. En esta línea son los datos que proporciona ETF Securities: esta firma especializada en fondos cotizados con respaldo físico que invierte en materias primas de todo tipo informó de que en la última semana de enero los flujos de dinero hacia los ETC en oro registraron su mayor subida -hasta 185 millones de dólares en una sola semana- desde el mes de octubre. ETF Securities achaca este retorno de dinero inversor a "el comunicado del FOMC (Comité Federal del Mercado Abierto, por sus siglas en inglés) publicado la semana pasada que, mientras que admite los factores que han conducido a la ralentización del crecimiento del PIB en el último trimestre del año eran transitorios, ha reiterado su compromiso de mantener la política monetaria acomodaticia durante un periodo de tiempo extenso, eliminando algunas de las preocupaciones que habían surgido sobre una finalización antes de lo esperado del programa QE3 (estímulo cuantitativo, por sus siglas en inglés)". Por tanto, la confianza de los inversores en que la máquina de imprimir dólares de la Reserva Federal seguirá a pleno rendimiento ha llevado a los inversores a volver a adquirir oro. Pero no como un activo refugio, que es el movimiento que se suele producir en contextos de fuerte incertidumbre política, sino que en este caso el comportamiento del oro está siendo más bien como un activo de riesgo, alineándose con otros activos como el dólar estadounidense.

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