
El barril del petróleo cerró ayer con caídas superiores al 8%. Hoy, la tendencia bajista se mantiene, y las caídas vuelven a ser considerables, devolviendo el barril a los niveles de febrero de este año.
En concreto, el barril de Brent, de referencia en Europa, cae de nuevo alrededor de un 4%, situándose en la zona de los 106 dólares, mientras que el West Texas cae de manera similar y se queda en los alrededores de los 95 dólares.
Ayer el Brent llegó a desplomarse un 9,44%, hasta los 99,44 dólares en lo que fue la mayor caída intradiaria desde el 24 de diciembre de 20008. Por su parte, el West Texas llegó a registrar descensos del 10,99%.
Con los retrocesos de hoy, los dos grandes referencias acumularon su quinta jornada consecutiva en números rojos por lo que en la semana ya acumulan caídas del 15%, bajada semanal que no se veía desde el 7 de mayo de 2010, cuando la crisis de la deuda griega empezó a salpicar al resto de las economías del sur de Europa, España incluida.
Fortaleza del dólar
Pero, ¿qué ha cambiado en los últimos días que explique las fuertes ventas a las que se está viendo sometido el crudo? Hay varias respuestas para la pregunta. Una de ellas se encuentra en el mercado de divisas. El dólar se apreció ayer frente a las principales divisas, una subida que se vio favorecida por la disposición del Banco Central Europeo (BCE) a no subir los tipos en junio, tal y como había barajado el mercado.
La subida del dólar ante otras monedas hace menos atractivos los contratos de futuros de crudo y otras materias primas ya que, al negociarse en la divisa estadounidense, resultan más caros con un dólar fortalecido.
"El petróleo está cayendo porque todo el mundo se está apresurando a deshacer su posición corta (bajista) en dólar y larga (alcista) en materias primas", explicó a MarketWatch James Cordier, gesto de Optionsellers.com.
Debilidad de EEUU
La otra respuesta hay que encontrarla en las nuevas dudas que envuelven a la recuperación económica global, alimentadas en gran medida por la Reserva Federal (Fed), el banco central de EEUU.
El presidente del banco central norteamericano, Ben Bernanke, aseguró la semana pasada que la recuperación estadounidense sigue siendo "moderada" y se mostró preocupado por la débil reactivación del mercado laboral. Y ayer, varios presidentes de las delegaciones regionales, como Eric Rosengren y John Williams, certificaron que es necesario mantener los estímulos monetarios para continuar alentando la recuperación.
Aunque, supuestamente, la prolongación de las ayudas de la Fed puede seguir alimentando la escalada de los activos de riesgo, como viene ocurriendo desde que activó la segunda ronda de estímulos cuantitativos (QE2) en noviembre, el mercado está centrando su mirada en las vulnerabilidades de la economía estadounidense.
En este sentido, no ha ayudado el mal dato ISM de servicios que se conoció el miércoles en EEUU, que bajó hasta 52,8 desde 57,3 y la encuesta ADP de empleo por el que se conoció que las empresas de EEUU crearon 179.000 puestos de trabajo, frente a los 207.000 que se esperaban. Este mal dato supone un mal precedente para la publicación de hoy de la tasa de desempleo estadounidense, que los expertos pronostican que se mantendrá en el 8,8 por ciento. Cualquier cifra superior supondrá un fuerte varapalo para la principal economía del mundo y, por ende, para el petróleo y el resto de activos de riesgo.