China parece que por fin ha dado muestras de querer flexibilizar su tipo de cambio. Un movimiento que a priori podría generar, ademas del cambio del modelo económico del gigante asiático, una importante ayuda para salir de la actual situación económico financiera. Pero... ¿porqué una flexibilización de la política respecto al yuan tendría tanta importancia?
La primera y principal implicación de un encarecimiento de su moneda sería el impulso de la capacidad adquisitiva de los consumidores chinos, un país con más de 1.330 millones de habitantes, con una tasa real de crecimiento en el 2009 del 8,7% (la menor en los últimos años como consecuencia de la situación económica global) y con una producción industrial en ese mismo año del 8.1%. Esto lleva a que se puedan extraer importantes consecuencias:
Impulso de la demanda interna. El fortalecimiento de su moneda supondrá redireccionar una economía que en estos momentos esta muy ligada a las exportaciones. Esto genera menor dependencia externa en favor del consumo propio, siendo de este modo menos vulnerable a los problemas exteriores.
Una competencia más igualitaria con sus socios comerciales. Reconociendo los requerimientos del resto de países, en especial de EEUU en los últimos años.
Mayor ajuste en la capacidad adquisitiva de los ciudadanos chinos respecto al resto de países.
Importante impulso para las compañías centradas en el consumidor chino, en este sentido, gigantes empresariales como Coca-Cola Co., General Motors, Motorola etc... se podrían ver fuertemente beneficiados. Aunque también podría suponer una mejora muy sustancial de las compañías que abastecen la demanda industrial del Gigante Asiático, como las empresas de equipamiento para construcción, Caterpillar Inc. Komatsu Ltd. Sin olvidar las grandes compañías mineras BHP Billiton y Rio Tinto, con importantes intereses en China.
Incremento de las importaciones hacia China por parte de sus socios comerciales, impulsando de este modo el crecimiento de estos últimos vía balanza comercial. Las exportaciones americanas hacia el país asiático en los primeros 4 meses de 2010 crecieron en torno al 42% en comparación con el 2009, esta tendencia se podría acrecentar. Esto favorecería la recuperación económica a nivel global.
Podría perjudicar a la economía japonesa. A diferencia de EEUU y otros países europeos que mantienen enormes déficits comerciales con China, Japón disfruta de una balanza comercial más equilibrada, muchas compañías japonesas han ido estableciendo su producción en China en los últimos años, para estas, una fortalecimiento del yuan podría incrementar los costes de producción, costes laborales, compra de materia prima etc... China es el principal socio comercial de Japón, este último, importó en torno a los 125.000 millones de dólares en bienes primarios chinos, ropa, productos alimenticios etc... a su vez las exportaciones japonesas hacia el Gigante asiático ascienden a los 112.000 millones de dólares.
En cualquier caso, parece que la mayoría de los analistas no esperan que las autoridades chinas vayan a permitir movimientos mayores al 2.7% del yuan respecto al dólar de aquí a final de año. Hay que tener en cuenta que el anuncio del sábado se produce unos días antes de la reunión en Canadá del G20, donde una de las principales reivindicaciones de los socios comerciales de China iban a girar en torno a la libre fluctuación del yuan, algo que por otro lado ha sido una constante desde que el Gigante Asiático decidiera mantener su moneda infravalorada de forma artificial con el fin de tener una ventaja competitiva muy sustancial para favorecer sus exportaciones.
Francisco López Ollé
Analista XTB www.xtb.es