
Bruselas, 15 dic (EFE).- La ministra española del Medioambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha afirmado hoy que es difícil opinar sobre las posibilidades de que el Consejo de Pesca de la UE apruebe el final de la veda de la anchoa en el Golfo de Vizcaya, tal y como piden España y Francia.
Espinosa ha declarado a la prensa que es "bastante difícil" aventurar si es posible que los ministros de Pesca acepten la apertura del caladero de la anchoa o bocarte, cerrado desde hace cuatro años y medio: "no sabemos la posición de los Estados miembros".
Los titulares de Pesca de los Veintisiete celebran, por segundo día, la reunión tradicional de final de año para consensuar los Totales Admisibles de Capturas (TAC) para 2010.
En estos momentos, los ministros están a la espera de que la Comisión Europea (CE) prepare una nueva propuesta (la segunda ofrecida en este Consejo), con el fin de propiciar un compromiso sobre las cuotas.
Según la ministra, el documento será presentado a partir de las 11.00 horas (10.00 gmt).
Espinosa no ha querido entrar a valorar en qué estado se encuentran las negociaciones y en este sentido ha señalado que anoche aún no habían terminado las reuniones bilaterales para acercar posturas entre la CE y los principales países interesados en las cuotas, por lo que "habrá que esperar a la entrega del nuevo documento".
Por ejemplo, ayer no llegaron a celebrarse sesiones bilaterales con algún país como Portugal y las reuniones con España terminaron pasada la medianoche.
En la única propuesta de compromiso que se conoce hasta ahora, Bruselas ha cedido a la reivindicación española para que la cuota de merluza de aguas del norte (como el Gran Sol) aumente un 7 por ciento en 2010.
Espinosa ha reconocido que en ese texto, que ha calificado de "provisional", sí hay un incremento de la merluza, pero ha insistido en que la negociación en estos momentos es "un puzzle", por lo que habrá que "juntar todas las piezas".