Madrid

Carmena, en manos de Cifuentes para cambiar Sanidad y Empleo

  • La presidenta es la nueva 'Gallardón' dentro del Partido Popular
Cristina Cifuentes y Manuela Carmena.

Tienen cuatro años por delante para gobernar, desde dos posiciones ideológicas diferentes, y dar con la sintonía entre dos instituciones condenadas a entenderse. O no, mucho dependerá de Cifuentes

Las elecciones del pasado 24 de mayo han dejado a Madrid con dos estrellas políticas a su mando. Cristina y Manuela, Cifuentes y Carmena, las dos mujeres más poderosas de Madrid, tienen cuatro años por delante para gobernar, desde dos posiciones ideológicas diferentes, y dar con la sintonía entre dos instituciones condenadas a entenderse. O no, mucho dependerá de Cifuentes.

La izquierda madrileña llevaba décadas huérfana de líderes que aliñaran su voto con un poco de ilusión. Los intentos del PSOE de llegar a la alcaldía de Madrid a lo largo de las últimas décadas habían fracasado reiteradamente frente a la fortaleza electoral de Alberto Ruiz-Gallardón. Por su parte, Izquierda Unida no pudo, en este tiempo, convencer al electorado de izquierdas de ser una alternativa al PSOE. Con la mayoría absoluta de mayo de 2011 de Gallardón y el Gobierno de Zapatero de salida, el escenario de la capital no podía ser más favorable para el Partido Popular. La plaza estaba tan asegurada que su principal guardián abandonó el Consistorio camino del Ministerio de Justicia, dejando a Ana Botella como alcaldesa.

Entonces, las encuestas empezaron a hablar de cambio y no pararon hasta que llegó una jueza jubilada de 71 años subida en la ola que ha arrasado el panorama demoscópico del país para arrebatarle al PP el Ayuntamiento de Madrid. La ex jueza encandiló al electorado aglutinando el voto de la izquierda en la capital. Mientras los madrileños del PP votaron aproximadamente por igual a Esperanza Aguirre y a Cristina Cifuentes, el PSOE de Antonio Miguel Carmona obtuvo 166.000 votos menos que el de Ángel Gabilondo y la lista de Luis García Montero se llevó 39.000 más que la de Raquel López. Pese a concentrar la mayoría del voto de la izquierda, las elecciones las ganó Esperanza Aguirre, quién quedó lejos de la mayoría absoluta y dejó la alcaldía al alcance de un acuerdo entre PSOE y Ahora Madrid.

La mejor vacuna

Mejor suerte que Esperanza Aguirre corrió Cristina Cifuentes quién como en su momento aportó el gurú de los populares, Pedro Arriola, tenían en la entonces delegada del Gobierno en Madrid la mejor vacuna contra el efecto de cambio de Ciudadanos, partido en el que se ha tenido que apoyar para poder alcanzar la presidencia de la Comunidad de Madrid.

En este escenario institucional dividido, las palabras de ambas dirigentes han sido conciliadoras de cara al entendimiento mutuo. Pero esta relación no es de iguales.

Aunque Carmena dispusiera todos sus recursos económicos propios para llevar a cabo su programa, minando como auguran los críticos el superávit de los últimos ejercicios de Ana Botella, seguiría necesitando a Cifuentes. La presidenta tiene la llave de gran parte de las competencias que Ahora Madrid necesita para ejecutar puntos importantes de su programa. Estos son algunos asuntos clave en los que Cifuentes tiene la sartén cogida por el mango para su desarrollo:

1. Empleo

Ahora Madrid quiere "generar empleo estable, digno y equitativo". El Gobierno central y las Comunidades Autónomas son los que tienen competencias en materia de políticas activas de empleo. Los ayuntamientos tienen margen de actuación en tanto que pueden impulsar programas locales de desarrollo. El gran reto es su modo de financiación para lo que la alcaldesa tiene dos opciones: dotar de presupuesto propio estas iniciativas o captar la financiación procedente de Europa y de la Comunidad de Madrid. Desde el palacio de Cibeles se puede intentar ajustar la oferta con la demanda alcanzando acuerdos de formación con empresas a cambio de compromisos de contratación y potenciar su Agencia de Colocación con fondos propios al margen de los que necesariamente tiene que solicitar a la Comunidad de Madrid.

2. Liberalización de horarios

Manuela Carmena, cuyos padres eran tenderos, se ha alineado con la queja más extendida entre los pequeños comerciantes: la liberalización de los horarios comerciales. En su programa promete apoyar al pequeño comercio, pero nada dice de los horarios: esa competencia recae en la Comunidad.

3. Educación

En materia educativa, Ahora Madrid sugiere "integrar la Educación Infantil como una etapa educativa y no asistencial, gratuita e incluida en el sistema educativo con igualdad de condiciones". Todo paso en esa dirección tendría que estar consensuado con la Consejería de Educación ya que las escuelas infantiles municipales de titularidad del Ayuntamiento están integrados en la red pública de educación infantil de la Comunidad de Madrid.

4. Sanidad y Servicios Sociales

En materia de Sanidad y Servicios Sociales sus actuaciones también requieren el apoyo de Cifuentes. Las propuestas de Ahora Madrid están centradas en realizar un diagnóstico del acceso a los recursos sanitarios en la ciudad y, si se producen desigualdades, de cara a "impulsar un acuerdo con la administración autonómica para coordinar recursos y unificar planes y programas". Con la Comunidad también reconocen que tienen que trabajar "para garantizar una renta mínima de inserción (RMI) para la población con ingresos inferiores al salario mínimo".

Otras medidas presentes en el programa de Ahora Madrid no han necesitado ni los 100 días de gobierno para ser eliminadas o suavizadas. Es el caso de la posible creación de un banco público por el Ayuntamiento que la propia regidora ha descartado. En cuanto a la auditoría de la deuda, el grupo del gobierno sigue adelante con la idea de investigar las condiciones en las que el Consistorio se endeudó. No está claro en qué se traducirá esta auditoría ya que la alcaldesa ha asegurado que la deuda existente se pagará. Tampoco Carmena podrá revertir la venta de las viviendas de protección que Madrid ha realizado a distintos grupos de inversores, a no ser que se detecten anomalías legales en la venta de la mismas. Ante esta situación la alcaldesa mantiene que llevarían los casos a los tribunales y tendría que ser la justicia la que decidiera si se cancela la operación. El gran caballo de batalla de Ahora Madrid durante su campaña ha sido la lucha contra los desahucios. La alcaldesa se ha reunido con los grandes bancos para abordar la situación dejando sorprendentes posados institucionales. Una buena muestra de cómo es el panorama de interlocutores que tiene que ganarse la alcaldesa para hacer realidad sus propuestas.

¿Quién es Cristina Cifuentes?

Cristina Cifuentes (Madrid, 1964) tenía claro con 16 años que lo suyo era la política. Con esa edad se afilió a Alianza Popular e inició una carrera de fondo que ha alcanzado el pasado mes de mayo su momento cumbre al resultar ganadora de las elecciones autonómicas de la Comunidad de Madrid. Está licenciada en Derecho por la Universidad Complutense, institución de la que es funcionaria del Cuerpo Técnico Superior. En 1989 su nombre estaba incluido en la lista de Alianza Popular, en el puesto 57, para el Parlamento Europeo. No fue hasta 1991 cuando Cifuentes consiguió ser parlamentaria electa en la Comunidad de Madrid. Y allí permaneció desempeñando múltiples responsabilidades como diputada autonómica hasta 2012, momento en el que fue designada Delegada del Gobierno en Madrid. Un cargo que le proporcionó una gran visibilidad mediática en unos años en los que la capital de España vivía un momento de gran movilización y contestación social contra el Gobierno. Las mareas contra los recortes, las secuelas del 15M, los rodea el Congreso y las marchas nacionales, como la del 22M de 2014, han marcado su agenda a la vez que han catapultado a Cifuentes como política de raza que ha mantenido el tipo en momentos complicados. En su despacho de la Delegación del Gobierno conservaba las piedras que los manifestantes violentos del 22M lanzaron a los policías. Cifuentes no sólo sobrevivió al cargo en estos años, sino que además superó la fatalidad de un grave accidente de moto que la mantuvo un mes hospitalizada.

La razón por la que alcanzó tanta notoriedad pública también encuentra parte de explicación en la persona que ahora es su jefa de Gabinete, Marisa González, a quien fichó para llevar su comunicación robándosela a Alberto Ruiz-Gallardón, con quien González había trabajado 23 años.

La presidenta es la nueva Gallardón dentro del PP: mientras éste inició un viaje de no retorno al ala más conservadora de Génova, Cifuentes se ha armado ante el electorado como la más liberal del partido. Muchas de sus ideas le han supuesto críticas entre los suyos. Se ha declarado republicana, agnóstica, defiende la Ley de plazos del aborto y ha pedido en los congresos del PP que el partido cambiara su postura frente a la Ley del Matrimonio Homosexual. Si a estas ideas le añades que tiene tatuajes y es motera, la composición estereotipada te puede llevar a error. A día de hoy, parece que el terreno liberal en el que se mueve el partido de Rivera parece un contexto estable para que Cifuentes gobierne con tranquilidad.

¿Quién es Manuela Carmena?

Manuela Carmena (Madrid, 1944) no es una estrella fugaz que haya caído en el ámbito del activismo y la política de un día para otro. La nueva alcaldesa es una mujer comprometida con sus ideas y a ellas ha dedicado gran parte de su vida. Su compromiso político empezó en la universidad, a mediados de los 60, dentro del Sindicato Español Universitario (SEU), único legal controlado por el régimen franquista, desde el que intentó crear uno libre. Por este motivo fue expulsada de la Universidad Complutense y tuvo que irse a Valencia a terminar sus estudios. Ese mismo compromiso le condujo en el año 1972 a fundar junto a otros abogados un despacho laboralista en la calle Atocha volcado en la defensa de trabajadores y de las organizaciones vecinales y ciudadanas. En aquel despacho Carmena sobrevivió, por puro azar, al atentado perpetrado por ultras de derecha, en el que murieron cinco personas. Uno de los abogados le pidió a Carmena usar su despacho para una reunión y por ese motivo no estaba allí cuando llegaron los asesinos. Aquel atentado precipitó la legalización del Partido Comunista de España (PCE). Carmena entró en las listas de este partido para las elecciones generales de ese mismo año, pero quedó fuera del Congreso. Durante los años 80 dejó el partido y se centró en su carrera para la judicatura abriéndose camino en una profesión plenamente masculinizada. "Siempre he tenido la sensación de ser la primera en todas partes. La primera mujer en Santa Cruz, la primera después en El Escorial, en un juzgado de primera instancia en Madrid, la primera mujer decana... Todavía éramos muy pocas". Así veía su carrera judicial en 1996, para La Revista de El Mundo, cuando era vocal del Consejo General del Poder Judicial. En aquellos años también fundó y participó activamente en la influyente asociación Jueces por la Democracia. Con su jubilación en 2010 la ahora alcaldesa de Madrid inició un nueva etapa muy alejada de la inactividad. La ex magistrada impulsó la creación de Zapatelas, una tienda solidaria en Malasaña que vende ropa para bebés confeccionada en las cárceles de Alcalá de Henares y Aranjuez. Y en esas estaba, entre apariciones televisivas y la promoción de su biografía, cuando recibió la llamada de la política 30 años después de su salida del PCE.

Entonces Carmena, con 71 años, se presenta a las primarias de la plataforma ciudadana promovida por Podemos y otras formaciones como Equo. Lo hace de la mano de la cúpula de Podemos, a la que en varias ocasiones niega su interés de ser alcaldable, aunque finalmente acepta cuando Esperanza Aguirre es designada candidata. Con su victoria en las primarias de Madrid, Carmena inicia un campaña más marcada por las ilusiones de sus votantes que por la calidad del debate entre los candidatos. La entrañable abuela roja y jubilada de una prestigiosa carrera en la judicatura, se convierte, de un día para otro, en un icono pop nacido del ingenio, la viralidad de Twitter. Su tirón popular y el odio consumado de la izquierda sobe su rival, Esperanza Aguirre, se combinaron en un ecuación que tuvo como resultado la salida del PP de la capital.

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