
Cagliari (Italia), 27 sep (EFE).- La española Juana Rivas consideró hoy que la Justicia no escucha a sus hijos ni en España, donde ha sido condenada a cinco años de prisión por sustracción de menores, ni en Italia, donde se ha celebrado la última vista de un proceso por la custodia de los menores, de cuatro y doce años.
Rivas participó hoy en la última audiencia de este proceso civil que comenzó en noviembre de 2017 y que se ha desarrollado en el Tribunal de Cagliari, en la isla italiana de Cerdeña (sur).
"A los niños no los escuchan, ni en España, ni aquí (Italia), ni en ningún sitio", lamentó en unas breves declaraciones a los medios, entre ellos Efe, a la salida del tribunal.
La sentencia no se conocerá hoy porque la abogada de Rivas en Italia, María Eugenia Álvarez, ha presentado objeciones al informe pericial que encargó la jueza del caso, Maria Grazia Cabitza, para conocer la relación de los niños con sus progenitores.
"Hemos puesto objeciones (al informe) que nos han parecido oportunas y las va a examinar ahora el tribunal antes de decidir", afirmó la letrada española.
Álvarez no quiso entrar en detalles sobre las discrepancias que mantienen en relación a las conclusiones de este documento, pero sí avanzó que quieren estar "más satisfechas" de lo que están ahora y obtener la custodia exclusiva para Juana en España.
La letrada también explicó que el abogado Serlapo Bardi, que representa a la expareja de Juana, el italiano Francesco Arcuri, no presentó por su parte "objeciones de gran relieve al informe pericial del juez".
De hecho, Bardi dijo a los medios estar "satisfecho" por cómo se ha desarrollado el proceso y reconoció tener la "esperanza" de que la jueza Cabitza conceda la custodia en Italia a Arcuri, quien fue condenado en 2009 en España por maltrato.
Juana Rivas prefirió dar solo unas breves declaraciones a la salida del tribunal y dijo que había experimentado en el interior de la sala "mucha frialdad".
"Yo lo que puedo decir es lo que me transmiten mis hijos, que quieren que termine ya. Para ellos esto es una pesadilla y necesitan volver con su madre. Alguien tiene que escuchar y proteger a los menores", opinó.
El proceso que se ha celebrado en Italia se desarrolla de manera independiente aunque paralela de la vía penal española, que ha condenado a Rivas a cinco años de cárcel y a seis de retirada de para la patria potestad de sus dos hijos por dos delitos de sustracción de menores.
A pesar de la sentencia en España, Rivas no cree que haya cometido "ningún delito", aunque admite que se ha podido "equivocar en algo".
"Yo creo que no he cometido ningún delito, yo voy a seguir protegiendo y haciendo todo lo que pueda para proteger a mis hijos. Me he podido equivocar en algo, pero yo un delito no lo he cometido", valoró.
Argumentó que mientras sus hijos vivan con su padre "están en peligro" y garantizó que seguirá luchando, si la Justicia italiana falla a favor de Arcuri, y recurrirá a las instancias necesarias para lograr el cuidado de los pequeños.
La vista de este proceso comenzó este jueves a las 13.00 horas locales (11.00 GMT), una hora después de lo que estaba previsto.
Arcuri llegó al tribunal en torno a las 11.00 horas locales (9.00 GMT), mientras que Juana lo hizo justo una hora después.
"No pierdo la esperanza de que esto va a ser un paso para que todo se arregle y nos den finalmente paz", decía Juana a su llegada a los juzgados.
La magistrada Cabitza autorizó a los medios audiovisuales a entrar en el edificio y permanecer frente a la sala de la vista, a pesar de que Arcuri y su abogado solicitaron que no fuera posible.
La jueza, sin embargo, atendió la petición de Arcuri para celebrar la vista a puerta cerrada, aunque en un principio iba a ser abierta al público, por "una cuestión de privacidad cuando hay menores involucrados".
Los niños, de 4 y 12 años, viven actualmente en el municipio de Carloforte, en la isla de San Pietro, al sur de Cerdeña, con Arcuri, quien tiene su custodia provisional desde agosto de 2017 y al que Juana volvió a denunciar por maltratos en 2016.
Rivas acató el 28 agosto de 2017 la orden judicial en España que la obligaba a entregar a los menores a su padre, tras permanecer casi un mes en paradero desconocido.
Desde entonces, los menores viven con Arcuri y Rivas puede estar con ellos cuando viaja a Italia y dispone de un permiso para ello, como este fin de semana, cuando Arcuri debe entregárselos para que pueda volver a verlos.
Por Laura Serrano-Conde