Río de Janeiro, 14 sep (EFE).- Las muertes registradas en operaciones policiales en el estado brasileño de Río de Janeiro subieron un 150 % en agosto con respecto al mismo mes del año pasado, informaron hoy fuentes oficiales.
Un total de 175 personas murieron en agosto de 2018 durante el desarrollo de operativos de las Fuerzas Armadas y la Policía, mientras que en el mismo mes del año pasado fueron 70 las víctimas por este tipo de enfrentamientos, según un estudio divulgado hoy por el Instituto de Seguridad Pública de Río.
En relación con julio de 2018, el estudio señaló que en agosto el incremento de víctimas que murieron durante diferentes tipos de acciones policiales en Río fue del 36 %.
Río de Janeiro enfrenta desde hace dos años una crisis de seguridad que no ha podido atenuar la intervención federal, medida implementada por el Gobierno desde el pasado 16 de febrero, con la que dejó en manos del Ejército brasileño el control del orden público en todo el estado.
Durante los seis primeros meses de intervención militar en Río, el número de tiroteos subió un 40 % y las muertes por enfrentamientos con las fuerzas de seguridad fueron las más altas en 30 años, según la organización no gubernamental Observatorio de la Intervención.
No obstante, las cifras de homicidios que no fueron relacionados con algún tipo de acción policial disminuyeron.
Según el estudio, en agosto de 2018 se registraron 358 víctimas fatales por homicidio doloso, lo que supone una caída del 10 % con respecto al mismo período del año pasado, así como una reducción del 12 % en comparación con julio de 2018.
El índice de robo de cargas en Río, que cayó por quinto mes consecutivo, bajó un 20 % en agosto de este año con respecto a 2017.
En agosto de 2017 se registraron 873 casos, mientras que en el mismo período de 2018 fueron 673 casos.
La investigación del ISP también reveló que otros indicadores también bajaron en Río durante agosto en relación con el mismo mes del año pasado, como el robo del vehículos, que cayó un 15 %, y el robo de calle, que disminuyó un 16 %.
Pese a los descensos en algunos indicadores, los episodios de violencia se repiten en Río de Janeiro, ciudad azotada por una crisis de seguridad que solo el año pasado se cobró la vida de 6.731 personas.
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