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Exconcejal de CiU defiende que contrató a "Leslie" como mediador vecinal

Barcelona, 20 mar (EFE).- El exconcejal de CiU Antoni Vives ha negado hoy que los contratos al cantante de Los Sírex "Leslie" y a un exalcalde de CiU en la empresa municipal Barcelona Regional fueran ficticios y ha defendido ante la juez que estos ejercían labores de mediación vecinal y asesoramiento para el consistorio.

Según han informado a Efe fuentes judiciales, Vives; un exdirector de Barcelona Regional, Guillermo Muller; el cantante de Los Sírex "Leslie", Antoni Miquel; y el exalcalde de Collbató (Barcelona) Jesús Arévalo (CiU), han declarado esta mañana como investigados ante la titular del juzgado de instrucción número 2 de Barcelona.

Las imputaciones se derivan de una querella de la Fiscalía Anticorrupción que acusa a Vives de haber empleado de forma ilegal en la empresa municipal Barcelona Regional a Miquel y Arévalo, que cobraron 214.611 euros entre ambos entre los años 2012 y 2015, para remunerar sus labores de "auxilio político" y "proselitismo vecinal" para el exconcejal, que está retirado de la política e investigado en el caso del 3 % sobre presunto pago de comisiones a CDC.

En su declaración ante la juez, Vives ha defendido la legalidad de ambos empleos, pese a que las tareas a desempeñar no estuvieran directamente relacionadas con la actividad de Barcelona Regional, y ha precisado que cuando él llegó al consistorio era una práctica común que asesores del equipo de gobierno fueran contratados a través de la empresa municipal.

En ese sentido, Vives ha defendido que el contrato con Barcelona Regional sirvió para remunerar al cantante de Los Sírex por las labores de intermediación y relación con los vecinos del barrio barcelonés de la Barceloneta, de donde "Leslie" es originario, un trabajo útil para que el consistorio pudiera conocer las necesidades y reivindicaciones de los habitantes de esa zona.

Respecto al contrato a Arévalo, el exconcejal de CiU ha aducido que este fue empleado por Barcelona Regional para que ejerciera de asesor personal en cuestiones relacionadas con el planeamiento urbanístico metropolitano, una cuestión que según su versión el imputado conocía por haber sido alcalde de Cervelló (Barcelona).

En la misma línea han declarado los dos empleados supuestamente ficticios, que han asegurado ante la juez que efectivamente hicieron trabajos de asesoramiento y mediación para la concejalía de Urbanismo que dirigía Antoni Vives, a su vez presidente del consejo de administración de Barcelona Regional, y han negado que hayan cobrado dietas al consistorio por los servicios que prestaban.

Concretamente, "Leslie" ha explicado que se afilió a CiU en 1992, después de que el Ayuntamiento de Barcelona, gobernado por el socialista Pasqual Maragall, desmantelara los chiringuitos de la Barceloneta, con motivo de los Juegos Olímpicos.

Según su versión, Vives lo fichó para ejercer trabajos de mediación cuando ya estaba jubilado, cobrando unos 1.600 euros de pensión, por lo que acabó perdiendo dinero con su contratación por parte de Barcelona Regional, ya que de los 2.300 euros que percibía de la empresa municipal también pagaba comidas y otros gastos de representación.

La investigación por los supuestos contratos ficticios se deriva de una querella que la Fiscalía redactó tras analizar las auditorías que le remitió el Ayuntamiento de Barcelona sobre el funcionamiento de la empresa municipal.

Pese a que solo presentó una querella por los contratos supuestamente ficticios, el fiscal apreció "irregularidades administrativas" en la gestión de Barcelona Regional, cuyas pérdidas acumuladas entre los años 2009 y 2014 ascendieron a 719,2 millones de euros.

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