
Madrid, 22 dic (EFE).- El testigo del caso Púnica José Luis Cabañas aseguró a la Guardia Civil que el exconsejero madrileño y exdirigente del PP Francisco Granados, considerado el cabecilla de la trama, recibió dos escopetas que fueron pagadas en efectivo por el constructor Ramiro Cid.
Cabañas facilitó esta información a agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en su declaración el pasado 25 de octubre, según se recoge en la parte del sumario que instruye el juez Eloy Velasco sobre la que se ha levantado el secreto y a la que ha tenido acceso Efe.
Cabañas, dueño de una armería en Madrid, era amigo del colegio de Cid, con quien retomó la relación en 2003 tras la visita que hizo a este establecimiento, momento en el que iniciaron una relación comercial que duró varios años.
Ramiro Cid es un constructor implicado en la trama, de quien se cree que fue de los más beneficiados por las adjudicaciones y de quien se sospecha que hizo numerosos regalos a Granados, hasta el punto de que una finca que se atribuye al exdirigente del PP está a nombre de una de sus empresas.
Según el testigo interrogado por la Guardia Civil, en 2004, Ramiro Cid encargó para hacer un regalo a Granados dos escopetas, de la marca Caesar Guerini, que él constructor pagó en efectivo.
Después de que Cid hiciese el encargo, Granados, con su escolta, se personó en la armería para asesorarse y tomar medidas de los rifles antes de enviárselas.
Cuando los investigadores registraron la finca de Granados en Higuera de las Dueñas (Ávila) encontraron 19 rifles, escopetas y fusiles, algunos de caza y otros de asalto.
En su declaración ante los agentes de la UCO, el testigo también reveló que vendió una escopeta, marca Ortega Perazzi, a José Miguel Moreno, quien sucedió a Granados en la alcaldía de Valdemoro.
Cid también se encargó de pagar el arma, cuyo precio era de unos 6.000 euros.