
San Fernando de Henares (Madrid), 8 mar (EFE).- Un matrimonio anarquista chileno ha negado hoy en el juicio haber cometido en 2013 el atentado en la Basílica del Pilar de Zaragoza y haber preparado otro en la de Montserrat de Barcelona, y ha asegurado no integrar organización terrorista alguna, al ser contrario a sus ideas.
Ambos acusados han asegurado que no participaron en el atentado contra la Basílica del Pilar, el 2 de octubre de 2013, en el que resultó herida una mujer, y que tampoco prepararon otro para ser cometido en el Monasterio de Montserrat, y han aclarado que visitaron este último, pero como turistas y por interés cultural.
La Audiencia Nacional ha iniciado hoy el juicio de Francisco Javier Solar Domínguez y Mónica Andrea Caballero Sepúlveda, para quienes la fiscal pide 44 años de cárcel por varios delitos, entre ellos pertenencia a organización terrorista.
Los dos acusados, que solo han respondido a preguntas de sus abogados, ya fueron juzgados en una causa similar en Chile, llamada "caso Bombas", en la que resultaron absueltos.
Según la fiscal, ambos formaban parte del Comando Insurreccionalista Mateo Morral, que estaba integrado a su vez en los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), una estructura que se creó en 2012 para organizar a los grupos anarquistas que hasta ese momento actuaban aislados.
Los procesados han negado pertenecer a organización terrorista alguna al ser contrario a su ideario anarquista, que considera "dañina para el ser humano cualquier cúpula de poder", ya que "afecta a la libertad individual".
La presidenta de la Sala, Ángela Murillo, les ha interrumpido cuando han explicado por qué son anarquistas y en concreto cuando por ejemplo Francisco Javier Solar ha dicho que toda autoridad y el Estado "implica subordinación a usureros y explotadores".
Solar ha comentado que es anarquista ya que "la creatividad personal surge cuando no hay autoridad, que atrofia la condición humana".
La magistrada les ha advertido de que "no den un mitin pues no interesa" en el juicio y que debían limitarse a contestar a las preguntas.
Han recordado que tras ser absueltos en la causa por la que estuvieron varios meses presos preventivos en Chile viajaron en agosto de 2012 a Barcelona huyendo del hostigamiento policial y mediático que dicen que sufrían en su país.
Solar ha dicho que estudió antropología y que al llegar a Barcelona hizo un máster universitario en la Escuela de Filología en el que sacó un nota de 8,5.
Ha reconocido que participó en manifestaciones y en asambleas con anarquistas y representantes de otros colectivos políticos, pero que no cometió atentado alguno, ni tuvo armas ni explosivos ni perteneció a ninguna organización terrorista.
Su esposa ha dicho que tiene estudios universitarios en pedagogía en artes visuales y que está matriculada en la UNED, y ha asegurado que nunca estuvo en Zaragoza y que a Montserrat fue de excursión.
Ha negado pertenecer a organización terrorista alguna y lo ha explicado diciendo: "Cualquier base jerárquica es incompatible con mi ideología y mi forma de pensar, ya que cualquier cúpula de poder es dañina y coarta al ser humano".
Dos policías han relatado que en las grabaciones de las cámaras de la plaza del Pilar de la fecha de los hechos se ve a un hombre alto cubierto con gorro y a otra persona con una pamela y una especie de caja o bolsa que se sientan en la terraza de un bar.
Han añadido que se ve cómo entra el primero al bar, donde está unos minutos -los agentes sospechan que para preparar el artefacto explosivo- y luego los dos van a la plaza donde está la basílica.
Los agentes han dicho que son las mismas personas grabadas en la estación de autobuses de Zaragoza cuando llegaban procedentes de Barcelona y han comentado que tomaban medidas de prevención para no ser grabados.
Un tercer agente ha explicado que antes de salir a Zaragoza esas personas fueron grabadas a cara descubierta en el Metro de Barcelona.
Una veintena de personas pertenecientes a colectivos anarquistas se han personado en el juicio para apoyar a los acusados y la presidenta de la Sala les ha tenido que advertir que si no guardaban silencio se tenían que ir a la calle inmediatamente.
La fiscal afirma en sus conclusiones provisionales que el 2 de octubre de 2013 los dos acusados se desplazaron desde Barcelona hasta Zaragoza en autobús para colocar en la Basílica el artefacto, compuesto de una bombona de butano, dos kilos de pólvora y un reloj activador.
Una vez lo pusieron allí, explotó a las 13:45 horas en la nave central del altar mayor de la basílica y tuvo un radio de acción de 26 metros, que causó heridas a una mujer en el oído.
En el momento de la explosión en el templo se encontraba también un grupo de 50 turistas norteamericanos y cuatro trabajadores, que no resultaron heridos.