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El juez no halla rastro de delito en los meses de escuchas al expresidente del PRI

Madrid, 26 ene (EFE).- El juez Santiago Pedraz no encontró rastro de delitos de blanqueo u "operaciones relacionadas con organización criminal alguna" en las conversaciones telefónicas que se intervinieron al expresidente del mexicano Partido Revolucionario Institucional (PRI) Humberto Moreira durante su estancia en España.

Según el auto por el que el juez dejó en libertad el pasado viernes a Moreira, al que ha tenido acceso Efe, en septiembre de 2013 la justicia estadounidense, que le investigaba por blanqueo y malversación, pidió a la española varias diligencias.

Por un lado, le reclamó que pinchara el teléfono del expresidente del PRI, quien en ese momento se encontraba cursando un Máster de Comunicación y Educación en la Universidad de Barcelona, y también le pidió documentación sobre impuestos, propiedades, empresas y cuentas bancarias de Moreira desde enero de 2005.

La Audiencia Nacional ordenó la escucha de sus teléfonos hasta que, en diciembre de 2013, Moreira volvió a México, y luego los volvió a pinchar en julio de 2014, cuando volvió a España durante un mes.

"Mientras se mantuvo la intervención telefónica se obtuvieron diversas conversaciones de las que no se sigue actividad alguna relacionada con el blanqueo de capitales, ni aún de operaciones relacionadas con organización criminal alguna", afirma Pedraz, que mantiene la causa bajo secreto de sumario.

El juez detalla que Moreira era además titular de tres cuentas en España, en las que percibió entre enero y septiembre de 2013 un total de 199.079 euros, 6.660 de ellos de ingresos en efectivo y el resto de transferencias mensuales de dos empresas de su propiedad: Unipolares y Espectaculares del Norte, y Negocios Asesoría y Publicidad.

A raíz de estas transferencias, en marzo de 2014 la Fiscalía Anticorrupción española abrió diligencias contra Moreira al sospechar que ese dinero podía proceder de un delito de blanqueo cometido por organización criminal.

Según destacó la Fiscalía, las autoridades norteamericanas habían facilitado datos de que Moreira había desempeñado el cargo de gobernador del Estado mexicano de Coahuila de 2005 a 2011, cuando "malversó varios millones de dólares que fueron objeto de blanqueo", explica el juez.

La información policial facilitada entonces a España por EE. UU. afirmaba que Moreira "actuaba en connivencia" con la organización de los hermanos Raúl y Rolando González Treviño, "dedicados al blanqueo de capitales procedente del narcotráfico", unos contactos que supuestamente el expresidente del PRI siguió teniendo cuando se trasladó a vivir a Barcelona con su familia a finales de 2012.

La querella de la Fiscalía española también se dirigía contra otras personas que aún están siendo investigadas.

Tras la admisión de esa querella se intervino el teléfono de Moreira cuando vino a España durante un mes, en julio de 2014, pero de esos seguimientos "tampoco se siguió actividad alguna relacionada con el blanqueo o con organización criminal".

Tan solo "se detectan conversaciones con personas de México sobre políticos y sobre algunas relacionadas con la investigación de Estados Unidos, pero sin contenido significativo en orden a la comisión de delitos".

De esas llamadas también se deduce que "la estancia en España se debe a la situación política del señor Moreira en su país (probablemente debido a la investigación estadounidense)".

En las conversaciones, insiste, no aparecen "ni siquiera criptográficamente, instrucciones, formas de proceder con dinero para ocultar" ni se deduce que se reuniera con miembros de organizaciones criminales.

"El señor Moreira podrá o no haber cometido la malversación y posterior blanqueo -perteneciendo o no a una organización criminal en México o Estados Unidos-, mas no se acredita siquiera indiciariamente su comisión en España, ni aún en parte", afirma.

Por ello, en febrero de 2015 Pedraz sobreseyó el caso, un archivo que la Fiscalía recurrió y que la Sala de lo Penal ordenó reabrir, tanto contra Moreira como contra el resto de investigados, sin que desde ese momento, dice el juez, haya aparecido ningún dato nuevo sobre el expresidente del PRI.

Además, el juez indica que la defensa de Moreira, detenido el pasado día 16 en el aeropuerto de Madrid y puesto en libertad una semana después, aportó documentación que justifica que el dinero que recibió de sus empresas era por honorarios o dividendos y aportó una declaración de la renta que demuestra que su sueldo es mayor que esas transferencias mensuales desde México.

"Con ello basta para descartar el delito de blanqueo", concluye Pedraz, para quien no existe ningún indicio de que sus empresas sean "pantalla" o "fantasmas".

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