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Etarra huido a Belfast insiste desde el banquillo en su orgullo de ser de ETA

Madrid, 10 dic (EFE).- Fermín Vila Michelena, el etarra detenido en Belfast (Irlanda del Norte) en 2010 tras nueve años huido, se ha sentado hoy por segunda vez en el banquillo acusado de un atentado con coche bomba en Madrid y ha insistido ante el tribunal en que es "militante de ETA" y está orgulloso de ello.

Vila Michelena ya fue juzgado hace unos días en la Audiencia Nacional por integración en ETA y su participación en otro atentado en Madrid, y entonces también reconoció su pertenencia a la banda al comienzo del juicio.

Hoy ha hecho lo mismo y, cuando el fiscal se disponía a interrogarle, ha comenzado a hablar en vasco y ha afirmado: "Soy militante de ETA y estoy orgulloso".

También ha dicho que reitera su "compromiso a favor de la independencia y el socialismo", tras lo que la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, ha cortado su discurso.

Luego, Vila Michelena se ha negado a responder al ministerio fiscal y no ha añadido nada más sobre las acusaciones que se vierten contra él como presunto miembro del comando "Buru Ahuste", integrado en el "comando Madrid", por colocar el coche bomba que mató a un Policía en el barrio de Aluche de Madrid en 2001.

El fiscal Daniel Campos ha ratificado la pena que pedía contra él, 83 años de cárcel, ya que considera que no cabe ninguna duda de que formó parte del comando y participó en las acciones que llevó a cabo durante los meses que estuvo en Madrid -de abril a octubre de 2001-.

En esta causa le acusa de haber colocado la calle Ocaña el coche que hizo explosión el 10 de julio y que causó la muerte del policía Luis Ortiz de la Rosa, que trabajaba en las labores de desalojo.

En el juicio de hoy han declarado como testigos dos etarras del comando ya condenados por este atentado, Aitor García Aliaga y Ana Belén Egües, trasladados hasta la Audiencia desde prisión y que han dicho no recordar la participación de Vila Michelena en la acción.

Egües sí ha reconocido que conoce a Vila Michelena porque es "compañero de militancia en la organización armada ETA" y que estuvo con él en el "comando Madrid", aunque luego ha dicho no recordar ningún detalle más, a pesar de que en su día detalló su participación en el atentado ante el juez.

García Aliaga, que también señaló a Vila Michelena después de su detención en 2001 y ha afirmado hoy en cambio que no le conocía, ha llegado a decir que ni siquiera recordaba que él mismo fuera condenado como autor de este atentado, por el que cumple pena en prisión.

"De todos esos días, ya no solo por los años que han podido pasar, tengo los días esos bastante borrosos", ha indicado respecto a los momentos posteriores a su detención en 2001 y sobre sus declaraciones ante los policías -quienes ha dicho que le indujeron a confesar su militancia- y el juez de instrucción.

Un agente del servicio de Información ha explicado que hasta que los otros dos etarras no le implicaron como parte del "comando Madrid" no se sabía que Vila Michelena formaba parte de él y solo se conocía que era un miembro de la banda huido (vivía en Francia hasta que en 2001 se fue a Madrid).

Para el agente, aparte de las declaraciones de los otros etarras, hay otros elementos que le implican, concretamente huellas dactilares suyas tanto en el piso que tenía el comando en Salamanca y que servía de base de operaciones, como en cada uno de los apartamentos en Madrid que ocupaban los cuatro miembros del grupo.

Su participación en atentados durante su estancia en Madrid -en octubre volvió a Francia, donde se le perdió la pista hasta su detención en Belfast- queda acreditada, según el agente, por las cartas que escribió para la banda.

En una de ellas decía que él estaba "en la línea del frente" y en otra que para él "una acción representa algo personal", lo que prueba que tomaba parte en atentados.

"Como en cualquier guerra, pegando lo máximo que puedo, intentando hacer el máximo daño posible a los cabrones de los españoles. Esa es mi vida", aseguraba en otra misiva.

Una tercera que escribió tan solo diez días después de participar en el atentado de Aluche, en el que supuestamente aparcó el coche bomba en la calle Ocaña, hablaba de lo nervioso que se ponía cuando conducía.

"Existen aspecto míos con los que me he quedado algo asombrado, uno de ellos es la tranquilidad y el temple con que hago las cosas. Lo único que al conducir me pongo muy nervioso, empiezo a sudar", decía en la carta.

El coche bomba, colocado junto a un edificio del Ministerio de Justicia, causó también heridas de diversa consideración a veinte personas, entre ellas una niña de dos años, ya que, según ha recordado el fiscal, la explosión se produjo en unan zona con gran cantidad de viviendas "de gente trabajadora".

Para el fiscal, no hay duda alguna de que Vila Michelena era miembro del comando, en vista de las huellas dactilares y también documentos encontrados en los pisos donde vivían sus integrantes, y tampoco de su participación en el atentado, ya que en esa época deja claro que tenía "la voluntad de hacer todo el daño que pudiera al enemigo". EFE

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