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Adecúan los accesos a Cortes de Pallás y estudian trasladar a los alumnos a Cheste

Valencia, 8 abr (EFE).- Los accesos a Cortes de Pallás han comenzando a adecuarse hoy a través de una pista forestal tras el desprendimiento de tierras del pasado lunes que ha causado "teorías de todo tipo" en la localidad, que estudia trasladar a los alumnos de Secundaria a Cheste para que permanezcan allí de lunes a viernes.

El Ayuntamiento descarta que la carretera comarcal esté abierta la próxima semana, por lo que estudia con la Generalitat que los escolares puedan quedarse en el complejo educativo de Cheste durante las jornadas lectivas, porque no pueden "recorrer tres horas de ida y tres de vuelta" al día.

Así lo ha manifestado a EFE la primera teniente de alcalde, Pilar Navarro, que añade que los niños de Primaria disponen de centro escolar en el municipio.

Según Navarro, los vecinos están abastecidos "de todo", incluso hoy disponen de un puesto de venta ambulante, y está previsto que mañana se restablezca el servicio municipal de autobuses, con un trayecto matutino y otro vespertino.

Con el corte de la carretera, los tiempos medios de tránsito han aumentado en hora y media o dos horas. Como ejemplo, Navarro señala que ahora cuesta dos horas y media llegar a Requena, en lugar de una hora.

En su web, el Ayuntamiento informa de que la carretera CV-428 permanece cortada a la altura del kilómetro 14 e indica que dispone de un helicóptero para emergencias médicas.

Mientras tanto, la central eléctrica de Iberdrola, que resultó afectada en un túnel por el desprendimiento de tierras, permanece sin funcionar debido a la imposibilidad de llegar al acceso principal.

Un portavoz de la compañía ha indicado que, tras el suceso, la prudencia y la seguridad es lo principal y por el momento no se puede entrar a la central.

Iberdrola ha descartado que se puedan producir problemas en el suministro dado que la electricidad se distribuye mediante una red mallada a través de las redes de transporte.

La Conselleria de Gobernación ha comenzado hoy a adecuar la pista forestal para comunicar la población con Jarafuel y el Valle de Ayora, a través de la Muela de Cortes, que tiene un recorrido de unos 25 kilómetros, once de los cuales son de tierra y el resto está asfaltado.

La adecuación consiste en colocar las señales necesarias para indicar la dirección, zonas de peligro, afecciones con la fauna y normativa, puesto que es una pista con trazado por el monte que va a tener un tráfico muy superior al habitual y con todo tipo de vehículos, según Gobernación.

En el tramo de tierra se necesita perfilar y compactar para que puedan transitar turismos, y se ha de retirar algún pequeño desprendimiento. Además, en la parte asfaltada se van a reparar los baches y mejorar el firme.

La Conselleria, que destina 250.000 euros a estos trabajos, también se hará cargo del arreglo del firme que comunica la pista con Otonel, una de las aldeas del término municipal.

Se elaborará un informe técnico para conocer la situación de la zona del derrumbe para poder acometer las actuaciones posteriores.

La Diputación, encargada del mantenimiento de la carretera comarcal, ofreció tras el suceso vías de evacuación alternativas en dirección a Millares o Jarafuel.

El Ayuntamiento ha puesto todos los medios a disposición de los vecinos, que no han sufrido ninguna pérdida material, para que no les falte de nada, y los municipios vecinos de Cofrentes, Jalance y Jarafuel han ofrecido su ayuda en el caso que sea necesaria.

La asistencia médica está cubierta ya que disponen de un médico las veinticuatro horas y de una ambulancia, así como de un helicóptero para emergencias, ya que desplazarse por carretera al hospital de Requena costaría dos horas y media.

Entre los vecinos de la localidad hay "teorías de todo tipo", entre ellas que el desprendimiento se ha "acelerado" por las últimas lluvias y la obra realizada en la zona por Iberdrola en los últimos años.

La primera teniente de alcalde ha afirmado que el terreno "es el que es" y se temía que pasara algo, aunque no de este tipo.

El día anterior al desprendimiento ya hubo derrumbes y por ello estaban alerta. De hecho, en el momento del suceso un vecino del pueblo -un guardia civil de paisano- conocedor del terreno decidió parar a los vehículos para que no pasaran por ese punto, lo que fue "una suerte porque había por lo menos diez coches parados", ha relatado.

"Lo único que interesa es volver a la normalidad, lo otro se tratará en su momento", ha manifestado Pilar Navarro.

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