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Andorra limita la retirada de efectivo en BPA a 2.500 euros semanales

Barcelona/Andorra La Vella (Andorra), 16 mar (EFE).- Andorra ha limitado hoy a los clientes de Banca Privada d'Andorra la retirada de efectivo a 2.500 euros por semana y cuenta, una especie de "corralito" con el que el Principado pretende evitar que el cuarto banco del país siga perdiendo valor.

A la espera de hallar una solución para BPA, intervenido después que el Departamento de Delitos Financieros del Tesoro de EEUU le acusara de blanquear dinero del crimen organizado, el Gobierno de Andorra trata con esta medida de frenar la salida de fondos y de estabilizar la entidad.

No obstante, clientes de BPA hacían cola a primera hora de la mañana a las puertas de algunas sucursales de esta entidad en Andorra para poder retirar dinero de sus cuentas.

De hecho, la oficina principal de la entidad en el Principado ha acabado cerrando sus puertas a última hora de la mañana ante la avalancha de clientes.

Esos clientes se han encontrado con que BPA solo les permitía sacar de sus cuentas un máximo de 2.500 euros semanales por cuenta, una noticia que horas más tarde ha confirmado el Instituto Nacional Andorrano de Finanzas (INAF) a través de un comunicado.

Entretanto, la justicia andorrana ha ordenado el ingreso en prisión del consejero delegado de Banca Privada d'Andorra (BPA) Joan Pau Miquel, al que acusa de un delito de blanqueo de capitales procedentes del crimen organizado.

Para dejar manos libres a los administradores provisionales de BPA, el Gobierno de Andorra ha aprobado hoy un decreto que les faculta a establecer límites a la retirada de efectivo.

El decreto, que se ha publicado hoy en el Butlletí Oficial del Principat d'Andorra (BOPA), les autoriza a adoptar "las medidas cautelares y temporales" que crean oportunas con el fin de "salvaguardar el valor de BPA", de preservar "los intereses de los clientes" y de proteger la "reputación del sistema financiero andorrano".

Por su parte, el INAF ha precisado que los 2.500 euros de limitación fijados incluyen "disposiciones de cheques, transferencias nacionales e internacionales, medios de pago, recibos, efectos y operativa de caja".

Además de fijar límites a la retirada de efectivo, los administradores de BPA podrán "establecer controles cualitativos extraordinarios por razón de la tipología de la clientela y de la evaluación de sus circunstancias particulares, con especial atención a las pequeñas y medianas empresas", entre otras potestades.

Para intentar transmitir una imagen de calma, el ministro de Finanzas y Función Pública en funciones del ejecutivo andorrano, Jordi Cinca, ha comparecido esta mañana ante los medios para informar de la aprobación del decreto e insistir que las medidas se toman "para garantizar la operativa del banco".

Cinca ha recordado que ante los acontecimientos de los últimos días "era muy importante actuar con la contundencia que se ha actuado" y que "hacían falta medidas para preservar y proteger los intereses de los clientes y la plaza financiera andorrana".

"Todos los esfuerzos están centrados en restablecer la confianza de la entidad", ha comentado en una comparecencia en la que no ha admitido preguntas de la prensa.

De nuevo ha defendido la plaza financiera andorrana, ha remarcado la voluntad total de las administraciones para colaborar y garantizar la transparencia de acuerdo con los estándares internacionales.

Los otros cuatro bancos andorranos, Andbank, BancSabadell d'Andorra, Crèdit Andorrà y MoraBanc, han querido hoy subrayar que "apoyan totalmente" la intervención de Banca Privada d'Andorra (BPA) y que están "operando con total normalidad tanto en el mercado doméstico como en el mercado internacional".

No obstante, la crisis en BPA sigue pasando factura a la solvencia internacional de la entidad, y hoy la agencia de calificación Fitch ha rebajado tres escalones la nota del banco andorrano, de BB+ a B+, con lo que ha degradado aún más la consideración de bono basura que ya tenía esta entidad.

Fitch sitúa además la nota de BPA en perspectiva negativa y lo explica por la incertidumbre generada por esta investigación, que entiende que genera "riesgos" sobre la capacidad de BPA de obtener capital y que también afecta a su liquidez.

"Fitch cree que la reputación de BPA se verá significativamente dañada" y que ello impactará negativamente tanto en sus filiales como en la solidez del negocio y el perfil financiero de BPA.

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