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Acuerdan la permanencia de los militares en las favelas de Río de Janeiro hasta junio de 2015

Río de Janeiro, 30 dic (EFE).- El Gobierno brasileño aceptó hoy la petición de la gobernación de Río de Janeiro para que el Ejército permanezca hasta junio próximo en el Complexo da Maré, un conjunto de favelas en el que viven 130.000 personas y cuyo control fue arrebatado a bandas de narcotraficantes en abril pasado.

Un acuerdo suscrito hoy entre el gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao, y los ministros de Justicia, José Eduardo Cardozo, y Defensa, Celso Amorim, autoriza al Ejército a mantener 2.500 soldados en el conjunto de favelas otros seis meses para que garanticen la seguridad mientras la Policía asume el control.

El plazo de permanencia de los militares en las barriadas pobres vencía este mes, pero la gobernación de Río de Janeiro solicitó un aplazamiento debido a que la región aún sufre con ataques de pistoleros y a que no cuenta con un número suficiente de policías formados para sustituir a los soldados.

El acuerdo prevé que la policía comenzará a sustituir al Ejército el 2 de abril en un proceso gradual que se extenderá hasta el 30 de junio.

Esta fue la tercera ocasión en que el Gobierno prorrogó la permanencia de soldados en las favelas del Complexo da Maré.

"La gobernación tuvo un problema con el concurso que abrió para contratar a nuevos policías y carece del efectivo suficiente para cumplir el cronograma original. Establecimos un nuevo cronograma de transición más realista", afirmó Cardozo en una rueda de prensa tras su encuentro con el gobernador de Río de Janeiro.

De acuerdo con Pezao, cuando concluya el proceso de transición y los militares desocupen la región, entre 1.400 y 1.500 policías serán responsables por garantizar la seguridad en la Maré.

"Tan sólo con la cooperación (de los militares) podemos avanzar en el combate a la criminalidad en Río de Janeiro. Sin seguridad en las favelas no tendremos desarrollo económico ni entrarán los profesores o los médicos a esas barriadas", afirmó.

Según el gobernador, la permanencia provisional del Ejército garantiza la seguridad en una zona que antes era controlada por el narcotráfico y permite que la policía concentre sus operaciones en otras regiones.

El Complexo da Maré, localizado en un lugar estratégico de la ciudad de Río de Janeiro, atravesado por tres importantes avenidas y a pocos kilómetros del aeropuerto internacional, fue ocupado por las autoridades dos meses antes del inicio del Mundial de fútbol que Brasil organizó este año.

Los militares saldrán de esas comunidades cuando el gobierno regional de Río de Janeiro instale en esas barriadas una Unidad de Policía Pacificadora (UPP), como son conocidos los cuarteles policiales permanentes que la gobernación ha abierto en favelas antes dominadas por bandas de narcotraficantes.

La instalación de las UPP, reforzada con inversiones en infraestructura, educación y salud, forma parte de una política de seguridad pública iniciada por el Gobierno de Río de Janeiro en 2008 para expulsar a los narcotraficantes de las favelas de la ciudad antes de los Juegos Olímpicos que la ciudad organizará en 2016.

El complejo de Maré, compuesto por 15 favelas, era considerado como el último gran bastión del narcotráfico en Río de Janeiro hasta abril pasado, cuando 1.200 policías, apoyados por 21 blindados militares, ocuparon las barriadas.

Pese a la presencia del Ejército, el conjunto de barriadas fue escenario en los últimos meses de varios enfrentamientos con narcotraficantes, en uno de los cuales, en noviembre pasado, murió el primer militar asesinado desde la ocupación en abril pasado.

El cabo del Ejército Michel Augusto Mikami, de 21 años, murió con un balazo en la cabeza cuando participaba en una operación en la Vila dos Pinheiros.

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