La Fiscalía del Principado de Asturias solicita cinco años de prisión para un hombre acusado de prostituir a mujeres en un club de la localidad de Ribadesella. Además, solicita una multa de 720 euros y el abono de indemnizaciones que suman 7.000 euros.
OVIEDO, 5 (EUROPA PRESS)
La vista oral se celebra este lunes en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Oviedo, a las 10.30 horas, según ha informado el gabinete de comunicación de la Fiscalía.
El acusado estuvo en prisión provisional por esta causa desde el 17 de octubre de 2005 hasta el 10 de enero de 2006, y desde el 2 de marzo de 2006 hasta el 3 de mayo de ese mismo año.
Los hechos se remontan al año 2005. En esa fecha, el acusado era socio de una sociedad cuyo objeto social era la explotación de negocios de hostelería, bar, discoteca y restaurante y se ocupaba además de la gestión de un club en Ribadesella.
La Fiscalía sostiene que este establecimiento estaba dedicado al ejercicio de la prostitución, entre otras, de mujeres de origen paraguayo que eran traídas a España valiéndose de contactos que el acusado y otro hombre (ya fallecido) tenían en ese país. "Lo hacían bajo la falsa promesa de que realizarían trabajos en hostelería, como camareras o cocineras, con una buena remuneración. No obstante, una vez en España, eran retenidas por el acusado en el club riosellano y obligadas a ejercer la prostitución hasta que pagaran la deuda que se les decía habían contraído por los gastos de traslado desde su país hasta Asturias, hospedaje y manutención", según el fiscal.
Así, el 24 de agosto de 2005, una de las mujeres llegó a España tras haber recibido una oferta para trabajar como cocinera. Fue recogida en Bilbao por el acusado, que la trasladó al club. Allí le dijo que tenía contraída una deuda de 2.700 euros, que se incrementaría en 45 euros más cada noche y que debía saldar prostituyéndose.
Durante los días que la mujer permaneció en el local, el acusado la obligó a prostituirse, bajo vigilancia y amenazas personales que se llegaron a extender a su familia. Durante ese tiempo, la víctima tuvo que entregarle todo el dinero que ganaba. Denunció los hechos el 28 de agosto de ese mismo año.
De igual forma, otra mujer llegó a España el 14 de febrero de 2005 tras una oferta para trabajar como camarera. Una vez en el club, el acusado le informó de que tenía una deuda de 3.000 euros, más 50 euros diarios por habitación y comida, y que debía ejercer la prostitución para saldarla. La mujer llegó a subir a su habitación con al menos dos personas, aunque en ambos casos éstas sintieron pena de ella y le pagaron sin llegar a mantener relaciones sexuales.
Lo mismo sucedió con una tercera mujer, que llegó a España en febrero de 2006. Al llegar al club, se le retiró el pasaporte y fue obligada a ejercer la prostitución, como pago de una supuesta deuda de 3.000 euros. La mujer fue obligada a realizar esta actividad durante dos meses y 22 días, sin poder salir del local y sin recibir cantidad alguna.
