
Asunción, 9 abr (EFE).- Un tribunal paraguayo rechazó hoy sustituir la prisión preventiva por arresto domiciliario a cinco campesinos acusados de intento de homicidio por una matanza en 2012, que causó la destitución del entonces presidente, Fernando Lugo, y que llevan 55 días en huelga de hambre.
"No se hallan los presupuestos para decretar el arresto domiciliario al no determinarse enfermedad grave o terminal", aseveró el Tribunal de Sentencia de Salto del Guairá, con lo que negó la petición de la defensa.
La Fiscalía se había opuesto al arresto domiciliario con el argumento de que la ley paraguaya no lo contempla para personas imputadas por crímenes.
Los campesinos se encuentran en un hospital militar de Asunción, adonde fueron trasladados el pasado fin de semana desde el penal de Tacumbú debido a su delicada situación de salud.
Los labriegos iniciaron su huelga de hambre para exigir su puesta en libertad y que se determine la titularidad de las tierras en el conflicto, que llevó a una matanza con 17 muertos.
La defensa pide su traslado a sus domicilios porque su vida está en riesgo y porque ya cumplen más de un año y nueve meses de prisión preventiva, según su abogado, Vicente Morales.
Los labriegos están acusados de tentativa de homicidio, asociación criminal e invasión de inmueble ajeno.
Los hechos ocurrieron en junio de 2012, cuando la Policía intentó desalojar a un grupo de campesinos que había invadido unas tierras cuya propiedad se disputan el Estado y la familia del fallecido Blas Riquelme, quien fue un importante funcionario del Partido Colorado, actualmente en el poder.
En el enfrentamiento en el lugar, una zona rural del municipio de Curuguaty, a unos 250 kilómetros al este de Asunción, murieron once campesinos y seis policías.
Una semana después el Parlamento paraguayo cesó a Lugo tras un controvertido juicio político y nombró como presidente a Federico Franco, del Partido Liberal, hasta ese momento aliado del Gobierno.