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El cura de Borja retira la denuncia por estafa que llevó a su imputación por apropiación indebida en la parroquia

"Él ya no puede más dado el deterioro físico, personal y profesional que ha tenido que soportar", afirma su defensa.

ZARAGOZA, 31 (EUROPA PRESS)

El sacerdote de la localidad zaragozana de Borja, Florencio Garcés, ha decidido renunciar a las acciones penales y civiles, vinculadas a la denuncia por estafa que presentó el pasado año, y que propició su imputación en el caso 'Espino' por un delito de apropiación indebida de fondos de la parroquia.

El abogado defensor del párroco, Enrique Trebolle, ha explicado en declaraciones a Europa Press que el pasado viernes Florencio Garcés fue llamado al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona para explicar si ratificaba las denuncias por estafa que había presentado en mayo y noviembre de 2013.

A pesar de la "creencia que siempre ha tenido sobre la veracidad de lo denunciado", ha renunciado a mantenerlas debido a los "avatares procesales", ya que a raíz de su denuncia ante la Guardia Civil se inició toda la operación y ahora el sacerdote aún está pendiente de las resoluciones del Juzgado.

"Él ya no puede más dado el deterioro físico, personal y profesional que ha tenido que soportar", por lo que "renuncia a las acciones penales y civiles", si bien "luego otra cosa es lo que el ministerio fiscal o la juez puedan adoptar".

Trebolle ha recalcado que el párroco de Borja "tiene la creencia de que esos hechos han sucedido así", pero por las denuncias que presentó "le ha venido todas las imputaciones, el proceso, sigue imputado y está fuera de lo que más quiere que son sus feligreses y la parroquia donde él ha trabajado toda la vida. Es una carga de tal dimensión que ya no la puede soportar".

OPERACIÓN ESPINO

El sacerdote Florencio Garcés, de 70 años de edad, fue detenido el viernes 29 de noviembre de 2013 por la Guardia Civil en la denominada 'Operación Espino' por su posible implicación en varios delitos, entre ellos, apropiación indebida de dinero de la parroquia.

Días más tarde fueron detenidas otras cinco personas, miembros de una misma familia y que, al igual que el sacerdote, se encuentran en libertad con cargos.

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Tarazona, Nieves Pérez, imputó a Garcés como posible autor de un delito de apropiación indebida continuada y agravada por la cantidad de 185.183,63 euros. El cura ingresó el 5 de diciembre en la cárcel de Zuera, en situación de prisión provisional sin fianza, si bien una semana después quedó en libertad.

Asimismo, el pasado 19 de marzo, uno de los testigos del caso, Santiago Carbonell, decidió retirar su denuncia contra el párroco Florencio Garcés como presunto autor de un delito contra la libertad sexual, imputación que ya no se mantiene tras no ratificar su declaración. Ahora, Garcés ha retirado a su vez la denuncia por estafa que interpuso contra Carbonell y una tercera persona.

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