Sao Paulo, 18 feb (EFE).- Un exagente carcelario de la prisión brasileña de Carandirú, conocida por la masacre carcelaria de 111 presos ocurrida en 1992, afirmó hoy durante el juicio contra 15 de los policías acusados de la matanza que vio cerca de 75 muertos antes de la entrada de la Policía Militar al presidio.
Según relató el exagente Francisco Carlos Leme, testigo de la defensa, al menos 50 de los 75 cuerpos estaban en los patios y la mayoría de ellos asesinados por arma blanca.
De acuerdo con la versión del agente penitenciario, la disputa ligada al tráfico de drogas fue la que dio lugar a la pelea que desencadenó el 2 de octubre de 1992 en la mayor masacre carcelaria de la historia de Brasil.
Otro de los testigos de defensa, el exsecretario de Seguridad Pública de Sao Paulo, Pedro Franco de Campos, afirmó que "había necesidad de la intervención de la Policía Militar en Carandirú".
La matanza ocurrió en octubre de 1992, en vísperas de las elecciones municipales, cuando la Policía Militarizada de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, invadió el presidio para ponerle fin a un supuesto motín con presos armados.
La elección de un jurado integrado por siete hombres dio inicio el lunes al juicio en el que 15 policías, que estaban en el cuarto piso del noveno pabellón de Carandirú, son juzgados por el homicidio de ocho de los presos y por el intento de homicidio de otros dos.
Se trata de la tercera de las cuatro fases del proceso, que en sus dos primeras etapas condenó a 48 agentes como autores de las muertes de 82 reclusos.
La cárcel, entonces la mayor de Sao Paulo con unos 8.000 internos, era considerada por organizaciones de derechos humanos como la mejor muestra del caos del sistema penitenciario de Brasil.
El presidio fue desactivado en 2002 y el lugar fue convertido en un parque público.
El caso fue llevado al cine a través de la galardonada película "Carandirú", del director argentino Héctor Babenco, y también a la literatura, con libros como "Estaçao Carandirú", del médico y presentador de televisión Drauzio Varela, quien en la época trabajaba en el presidio.