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Desarticulan un laboratorio clandestino que distribuía cocaína adulterada

Barcelona, 5 dic (EFE).- Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han detenido a tres hombres de nacionalidad inglesa, de entre 40 y 53 años, como presuntos autores de un delito contra la salud pública al desmantelar un laboratorio clandestino que distribuía cocaína adulterada en el Maresme (Barcelona).

La investigación se inició el pasado mes de marzo, cuando los agentes detectaron un laboratorio clandestino ubicado en un chalet de lujo de la urbanización Rocafarrera de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona), que supuestamente actuaría como centro de distribución de la cocaína que previamente adulteraban.

Durante el transcurso de las indagaciones se contrastó que en el laboratorio residía de manera permanente un hombre de nacionalidad inglesa que se encargaba de mantenerlo en perfecto estado y establecía mecanismos para evitar la detección de cualquier actividad sospechosa desde el exterior.

Además, también se encargaba de recibir a aquellas personas que se encargaban de procesar y transportar la droga.

La ubicación de la casa era idónea, ya que al estar aislada permitía a los integrantes del laboratorio operar con total impunidad y durante la obtención del clorohidrato de cocaína -el formato más común en el consumo de este estupefaciente- la emanación de gases pasaba inadvertida entre los vecinos.

Las tareas de investigación determinaron que la organización estaba controlada por ciudadanos británicos que formaban parte de una organización internacional que se dedicaba a la introducción de cocaína en la Península Ibérica, a su posterior procesamiento y a la distribución europea de la droga.

El pasado 28 de noviembre los agentes entraron en el laboratorio para proceder a su registro, ya que detectaron que los traficantes habían finalizado la preparación de la sustancia y pretendían distribuirla inminentemente, hecho que precipitó la actuación judicial y policial.

Durante el registro se localizó en el garaje del chalet todo el material, la maquinaria y los productos químicos necesarios para tratar la cocaína y prepararla para su distribución al por mayor en el mercado ilícito.

Se detuvo a dos personas y se intervinieron 16,465 kilogramos de clorohidrato de cocaína distribuida en paquetes de aproximadamente un kilo, ocultos en un doble fondo del suelo de un monovolumen, y 70 kilogramos de hachís.

La cocaína y el hachís intervenidos tendrían un valor medio aproximado, en el mercado negro de nuestro país, de 1.245.559 ? y de 323.844 ?, respectivamente, aunque estas cantidades se pueden llegar a triplicar en el mercado europeo.

El resultado de la operación fue el desmantelamiento del laboratorio donde se separaba la cocaína de los materiales donde llegaba impregnada, se adulteraba y se preparaba en clorohidrato de cocaína para su distribución.

El tipo de adulteración que se realizaba en el laboratorio es la denominada "adulteración activa", que mezcla sustancias con la cocaína pura para potenciar sus efectos.

La localización de envases en el recinto permitió que los policías calcularan que los integrantes del grupo habrían dispuesto de unos 400 litros o kilogramos de productos químicos, principalmente de acetona.

Entre el material intervenido destaca una prensa hidráulica, muelles para elaborar los paquetes de cocaína, básculas, microondas para el secado y una gran cantidad de recipientes, así como una campana extractora con filtro de fabricación casera que servía para evacuar los gases producidos durante la elaboración de la cocaína.

Horas más tarde al desmantelamiento del laboratorio se consiguió ubicar y detener a la persona que se encargaba de conducir el monovolumen con la droga a las afueras de un centro comercial en La Roca del Vallès (Barcelona).

El vehículo con la droga camuflada tendría que haber hecho la ruta hasta Francia, escoltado por otro vehículo que iba delante y realizaba funciones de control para evitar la existencia de eventuales controles policiales u otros contratiempos que pusieran en riesgo el transporte de la droga.

Una vez cruzada la frontera hacia Francia, las sustancias se traspasarían a un camión que debía continuar el transporte hasta su destino final, principalmente Holanda.

El laboratorio tenía una vida útil predeterminada por la organización y una vez conseguidos los objetivos prefijados, se desmantelaba y se cambiaba de ubicación, procedimiento que daba total anonimato a los miembros de la banda.

La juez ordenó el ingreso en prisión de los tres detenidos y no se descartan nuevas detenciones.

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