
Barcelona, 23 sep (EFE).- El inspector jefe de la Policía Nacional Abundio N., imputado en el caso Saratoga-Riviera, ha acusado hoy al exjefe superior de la Policía Nacional en Cataluña José I.L. de encubrir a la trama corrupta para evitar que salieran a la luz sus supuestos vínculos con la mafia ruso-georgiana.
El inspector Abundio N., que afronta 22 años de prisión, ha declarado hoy en el juicio que se celebra en la Audiencia de Barcelona contra una presunta trama policial corrupta acusada de proteger burdeles, entre ellos los clubes Saratoga y Riviera de Castelldefels (Barcelona), a cambio de dinero y regalos.
En su declaración, el inspector ha negado que formara parte de la trama corrupta y ha denunciado que sus superiores en la Jefatura de Policía de Cataluña le impidieron investigar a José Javier M.P., principal acusado del caso, pese a sus sospechas de que cobraba sobornos de dueños de prostíbulos.
Según la versión de Abundio N., fue el propio exjefe superior de Policía Nacional en Cataluña José I.L., quien le prohibió seguir la investigación de José Javier M.P. porque éste le tenía "amenazado", dado que disponía de "datos calientes" que podrían involucrarle con la llamada Operación Avispa contra la mafia ruso-georgiana.
La operación, desplegada en el año 2005 por órdenes de la Audiencia Nacional, se saldó sin la detención de uno de los principales cabecillas de la red mafiosa, que los investigadores creen que logró huir "in extremis" gracias a un chivatazo de última hora de algún mando policial que estaba al corriente de la operación.
Dos años después, la Operación Avispa derivó en la Operación Barcino, en la que permanece imputado el exsubdelegado del Gobierno en Barcelona Eduard Planells, por su presunta relación con una trama acusada de tramitar permisos de trabajo y de residencia ilegales a miembros de la mafia ruso-georgiana que se querían establecer en España, y declaró como testigo el exconseller de CiU Antoni Fernández Teixidó.
Según ha explicado el inspector jefe, al menos en dos ocasiones, sus superiores en la Policía Nacional de Barcelona le hicieron llegar la advertencia de que no investigara a José Javier M.P. -"no muevas la mierda", ha declarado que le dijeron textualmente- porque éste había amenazado con "poner el ventilador" si alguien actuaba contra él.
Ante la insistencia de la presidenta del tribunal para que aclarara en qué se basaba esa amenaza, Abundio N. ha acabado detallando que José Javier M.P., alias Jordi, sabía a través de su esposa, policía que trabaja en la Subdelegación del Gobierno en Barcelona, algunas informaciones que resultarían comprometedoras para el exjefe superior José I.L., que ahora trabaja en una empresa privada como responsable de seguridad.
Concretamente, el acusado ha apuntado que Jordi podría tener datos que revelarían que algunos discos duros de ordenadores de la Subdelegación del Gobierno en Barcelona podrían haber sido borrados para eliminar cualquier rastro relacionado con la red investigada en la Operación Avispa.
"Jordi sabía algo importante de los que tenían potestad sobre mí", ha afirmado Abundio N., que cree que además del exjefe superior podía "tener miedo a su número dos", Francisco R.L..
Por otra parte, el inspector jefe Abundio N., que afronta 22 años de cárcel, ha admitido hoy que aceptó pequeños obsequios del dueño del club Riviera por "cortesía", para mantenerlo como fuente de información sobre redes de explotación de mujeres.
"No me iba a sentir comprado por un jamón", ha apuntado el inspector de la Policía Nacional, que también ha reconocido que el dueño del Riviera le pidió que apartara de las inspecciones en su local al inspector jefe José Javier M.P., por los malos modos que empleaba en las redadas.