Miami, 1 ago (EFE).- La Policía de la ciudad de Hialeah, aledaña a Miami, recibió una llamada de Pedro Alberto Vargas horas antes de que éste iniciase una matanza en la que murieron seis personas el pasado viernes, informaron hoy medios locales.
Vargas, que fue abatido por los agentes de operaciones especiales durante la operación, llamó a la número de emergencias de la Policía local a la 13:37 hora local y dijo a la operadora que se sentía "amenazado" y que le estaban siguiendo.
A la pregunta de la operadora de quién le estaba siguiendo, el autor de la matanza respondió: "Gente (...) brujería y cosas que me están echando".
Vargas pidió si podían comprobar los datos de un vehículo que estaba en el exterior del edificio donde residía y se produjeron los hechos unas cinco horas después.
Durante la llamada, que duró doce minutos y se realizó en español, la operadora pidió hablar con la madre de Vargas, Esperanza Patterson, de 83 años y con la que vivía en esta localidad de gran presencia hispana.
Patterson explicó que su hijo estaba muy "alterado" y que desconocía las razones, que Vargas era una buena persona pero estaba "traumatizado".
"Yo quiero que me lo trate un psiquiatra, un psicólogo, que me lo evalúen porque él nunca ha sido así", dijo la madre.
La operadora decidió mandar a dos oficiales al apartamento del hombre, pero la madre de Vargas le dijo que cancelara esa orden porque su hijo había salido de la casa.
El Departamento de Policía de Hialeah tiene previsto ofrecer hoy una conferencia de prensa para dar más detalles de esta llamada al teléfono de emergencias.
Según datos difundidos hoy por el diario El Nuevo Herald, Vargas salió su apartamento y se dirigió al despacho del abogado Ángel Castillo, que le entrevistó bajo juramento la semana anterior por un proceso legal en el que estaba involucrado.
Vargas no encontró al abogado su despacho, lo que le salvó la vida, según las autoridades, que creen que sus intenciones eran acabar con la vida de Castillo.
En la llamada al 911, Vargas le dijo a la operadora que un abogado llamado "Castillo" le había hecho brujería, mientras que algunos de sus familiares explicaron que el autor de la matanza tenía miedo a perder su dinero por este caso.
Posteriormente, ya en su apartamento, Vargas prendió fuego a billetes por valor de 10.000 dólares.
Este hombre, de vida austera y sin antecedentes penales, tenía cerca de 100.000 dólares en su cuenta, según la Policía, que recordó que el inicio de la matanza se debió al humo causado por Vargas al quemar el dinero.
El humo alertó a un matrimonio colombiano vecino, compuesto por Italo y Samira Pisciotti, de 79 y 69, que acudieron a su apartamento donde fueron recibidos a tiros y murieron prácticamente en el acto, según las autoridades.
El hombre tiró la puerta de otro apartamento vecino y mató a sus tres ocupantes: Patricio Simono, de 54 años, su mujer, Merly Niebles, de 51, y su hija de 17 años, Priscilla Simono, también originarios de Colombia.
La Policía cree que la sexta víctima, un ecuatoriano llamado Carlos Javier Gavilanes, de 33 años, murió al ser alcanzado por una bala perdida.