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Los mossos imputados niegan que dispararan pelotas, ni por un error humano

Barcelona, 8 abr (EFE).- El subinspector y el escopetero de los Mossos d'Esquadra imputados por las lesiones de Esther Quintana han negado hoy que dispararan pelotas de goma, ni por un error humano, y han situado su unidad lejos del trayecto de la manifestante herida, contradiciendo así la versión de informes policiales y testigos.

El subinspector jefe y el único escopetero de la unidad antidisturbios desplegada cerca del lugar donde cayó herida Quintana han declarado hoy como imputados ante el juez que investiga la querella que interpuso la manifestante, que asegura que perdió un ojo al recibir el impacto de una pelota de goma cuando abandonaba pacíficamente la manifestación por la huelga general del pasado 14N.

Según fuentes judiciales, en su declaración, que se ha prolongado unas dos horas en total, ambos imputados han mantenido la misma versión esgrimida por el Departamento de Interior y sus propios compañeros de la unidad antidisturbios Dragó 40: en la zona de paseo de Gràcia próxima al lugar donde resultó herida Quintana sólo se dispararon dos salvas -sin munición- para dispersar a los manifestantes en un momento en que había incidentes.

Los agentes, que han logrado esquivar a las cámaras accediendo y saliendo del juzgado por conductos vetados a la prensa, han explicado que las dos salvas se dispararon con el cañón inclinado hacia al suelo, lo que según su versión obedece a los protocolos sobre uso de ese tipo de armas, y han negado la posibilidad de que el escopetero lanzara una pelota de goma por un error humano, al no percatarse de que el arma estaba cargada.

De hecho, han afirmado estar seguros de ello porque, una vez la unidad se replegó terminados los disturbios, se recontaron las pelotas de goma que llevaba el furgón y su número coincidía con la cantidad anotada al inicio.

Los imputados, según las mismas fuentes, han contradicho algunas de las evidencias que figuran en la causa al referirse a la posición del furgón policial al que pertenecían, que sitúan en un punto de la Gran Via desde el que habría sido imposible que un hipotético disparo de una pelota de goma alcanzara a Esther Quintana, que caminaba por una de las aceras del paseo de Gracia.

Esa versión ofrecida hoy por los agentes contrasta con la recogida en un primer informe policial aportado al juzgado, que detalla que la unidad Dragó 40 se detuvo en la confluencia entre el paseo de Gracia con la Gran Via, una posición que también corroboran algunos testigos del suceso y la propia Quintana.

Los agentes han explicado que llegaron al lugar donde ocurrió el incidente después de haber actuado en la Via Laietana, una zona donde estaban ocurriendo enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en la que, insisten, sólo se dispararon salvas y ni una sola pelota de goma.

Según los imputados, en ningún momento el Departamento de Interior se ha puesto en contacto con ellos para recabar su relato de los hechos, lo que contrasta con la investigación que la conselleria afirma haber abierto sobre el caso a través de su División de Asuntos Internos (DAI).

Tras rectificar en dos ocasiones su versión inicial de los hechos, Interior sigue sosteniendo que la pérdida del ojo de Quintana no pudo ser debida a un disparo de los Mossos, dado que a la hora y el lugar en que la manifestante resultó herida no hubo ningún lanzamiento de proyectiles de dispersión ni pelotas de goma.

Para Laia Serra, abogada de Esther Quintana, la declaración de los dos agentes imputados ha estado plagada de "flagrantes contradicciones" sobre el reparto de tareas que corresponde a cada uno, las circunstancias y la cronología de la actuación de su unidad en la manifestación.

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