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La policía egipcia se retira de Port Said en víspera de la sentencia por masacre

Port Said (Egipto), 8 mar (EFE).- La policía egipcia se retiró hoy de las calles de Port Said y cedió el control de la seguridad al ejército, según pudo comprobar Efe, en la víspera de la sentencia definitiva contra los acusados por la masacre en el estadio de esta ciudad el año pasado.

Un general de las Fuerzas Armadas comunicó a los manifestantes, concentrados en la llamada Plaza de los Mártires, que los militares asumían el control total sobre la ciudad y que la policía abandonaba sus posiciones.

Esta información fue confirmada a Efe por una fuente de seguridad del Ministerio del Interior.

Los manifestantes presentes en el centro de la ciudad celebraron con evidentes gestos de alegría la retirada de las fuerzas de seguridad, a las que se han enfrentado a lo largo de toda la semana.

Decenas de jóvenes en moto hicieron sonar las bocinas de los vehículos en esa misma plaza en torno a la sede regional del Ministerio del Interior en Port Said, que fue parcialmente incendiada durante los altercados registrados esta semana.

"El pueblo ha vencido a la policía y a los 'baltaguiya' ('matones') del Ministerio del Interior y de los Hermanos Musulmanes", dijo a Efe, exultante, el electricista Walid Yusef.

Yusef, de 32 años, subrayó que los manifestantes quieren justicia para los víctimas de los últimos disturbios y para los procesados por la masacre en el estadio de Port Said, que, en su opinión, fue perpetrada por miembros del antiguo régimen y de las fuerzas de seguridad.

El pasado 26 de enero, un tribunal condenó a muerte a 21 inculpados por aquellos hechos y se espera que mañana la misma corte pronuncie la sentencia contra los 52 acusados restantes, entre los que hay varios agentes de policía.

Hoy se celebran en Port Said los funerales por dos de las víctimas en los enfrentamientos, la última de las cuales falleció anoche en un hospital, lo que ha elevado a siete la cifra de muertos esta semana.

Los manifestantes corean consignas que se hicieron populares en la revolución contra el depuesto presidente Hosni Mubarak como "el Ejército y el pueblo son una sola mano".

Algunos de ellos han comenzado a limpiar y retirar los escombros amontonados en la zona tras días de disturbios, que han convertido el centro de Port Said en un campo de batalla.

Sin embargo, la tensión sigue siendo alta en todo el país ante la inminencia del fallo judicial, que podría provocar un nuevo estallido de la violencia.

El ministro para Asuntos Islámicos, Talaat Afifi, pidió hoy, en el sermón de la oración del viernes en la mezquita de Al Ahzar, que se formen "comités populares" para defender las propiedades públicas y privadas hasta que la jornada de mañana "pase en paz", según la agencia oficial de noticias Mena.

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