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La abuela y el hermano de los mellizos dicen que eran revoltosos y niegan maltrato

A Coruña, 6 mar (EFE).- Esther, la abuela de los dos mellizos de diez años asesinados el 21 de agosto de 2011 en A Coruña, y David, su hermano mayor, han dicho hoy que Adrián y Alejandro se pegaban entre ellos y han rechazado que fuesen víctimas de malos tratos.

En la segunda sesión del juicio por este crimen en la Audiencia Provincial de A Coruña, la anciana, con problemas de audición, ha insistido a preguntas de la fiscal: "le estoy diciendo la verdad con el corazón", "lo juro por mi madre", "eran traviesos", "saltaban en las camas, golpeaban las puertas", "nadie les pegaba, y a mí nunca me hicieron nada ni yo les pegué".

Con una declaración dificultosa, por los "vértigos y sorderas" y por la necesidad de un lenguaje más coloquial para entender el contenido de las preguntas, Esther ha indicado que los menores "hacían lo que les daba la gana, le estoy diciendo la verdad con la mano en el corazón", replicó a la fiscal.

"Los crié yo, hija mía", ha explicado, tanto a ellos -Adrián y Alejandro- como a David, "Daviciño", el mayor, fruto de otra relación de Mar Longueira, hija de Esther. "Yo les decía" a Adrián y Alejandro, "la abuela está malita" y "no hacían caso", "no estaban quietos".

Ha contado Esther que si los cuidaba ella era porque Mar trabajaba, y que cuando su hija conoció a Javier Estrada, el autor confeso de las muertes de sus nietos, y empezó una relación con él, Esther le dijo a una amiga que era propensa a los vértigos y tenía miedo de quedar sola, después de que le comunicase su hija que se iba a vivir con Javier a otra residencia.

Consultada por el carácter de Javier Estrada, Esther se ha limitado a decir que son cosas de su hija las relaciones sentimentales que quiera iniciar, "es mayor de edad, sabe lo que hace", y que ella no se iba a meter.

"¿Qué quiere que le diga? Estaban a su vida y yo a la mía", ha agregado la abuela de Adrián y Alejandro, que ha añadido: "estaban muy bien cuidaditos, yo los quería mucho, tenían una abuela que los quería mucho".

A la pregunta de si Mar les había dicho a sus críos 'hijos de puta, salvajes y cabrones', ha apostillado, con una sonrisa nerviosa, "¿pero quién dijo semejante cosa?", mientras que David Lista ha negado estos improperios al ser preguntado por este mismo asunto.

Esther no pudo evitar llorar al final de su declaración: "A mí me llamaron puta y loca", lamentó.

También sollozó antes, en los pasillos, donde afloraron las lágrimas en David, apoyado por su padre biológico, al tener conocimiento de lo que habían contado el resto de testigos.

David Lista recordó que vivían todos juntos, su madre, sus hermanos y su abuela y él mismo y que esto fue así hasta que su madre se trasladó a una vivienda a pocos metros; primero con uno de sus hermanos y después con el otro, aunque no supo precisar fechas.

De sus hermanos subrayó, al igual que Esther, que eran "muy revoltosos, se pegaban entre ellos" pero interrogado por si eran agresivos dijo que "no".

"Mi madre los castigaba sin ver la tele", apuntó, y descartó que los insultase o les pegase.

La llegada de Javier Estrada a la vida de su madre a David no le gustó, pero porque "no quería que mi madre estuviese con un hombre, prefería que no estuviese". Especificó que no se trataba de Javier, sino de que quería que su madre estuviese "con ellos" y sin novio.

No obstante, manifestó que a sus hermanos con Javier los veía bien, a los dos, y que las tensiones si se producían eran a la hora de hacer los deberes. De hecho, relató como presenció un tirón de orejas suave, por parte de Javier, acompañado de la frase "hay que hacer los ejercicios".

David se quedó a vivir con su abuela, y con su padre algunos días, cuando Mar se fue con sus hermanos al otro piso, al que él acudía dos veces a la semana y no acostumbraba a coincidir con Javier.

"A los niños cuando iba los veía bien", y el único problema eran los deberes, ha reiterado, porque "no querían que estuviesen encima de ellos".

De Javier Estrada, a preguntas de su abogada, Lidia Rama, David mantuvo que él nunca vio insulto y maltrato hacia sus hermanos, y consultado por si en caso de darse estos hechos se lo habrían contado, aseguró: "creo que sí".

David Lista solo dio cuenta de un incidente que se produjo quince días antes del crimen, cuando Javier Estrada llevó a Alejandro junto a su abuela y lo dejó en la calle. Primero afirmó que él mismo se encontró con Javier y "agachó la cabeza", pero a preguntas de Lidia Rama matizó que Javier, que iba en coche, y él se habían cruzado, y que Javier le había dicho que quería dejar a Alejandro con la abuela.

"Esto fue quince días antes de que pasara todo", comentó en alusión al hecho de que "Álex" se había quedado en la calle, y "a partir de ahí no me caía bien ese tipo, empecé a ver algo raro, que no me gustó de él".

Puntualizó que no sabía si Javier Estrada había comprobado si su abuela estaba en casa en ese momento o no.

David Lista, que tenía 17 años cuando se perpetró el crimen, precisó que su madre vive con él y con su abuela "desde que pasó eso".

Javier Estrada está acusado de matar a los menores golpeándolos con una barra metálica, y se enfrenta a una petición de pena de 50 años de prisión por dos asesinatos y un delito de malos tratos psíquicos y físicos contra los menores.

Para la madre, Mar Longueira, se piden 11 años por otro delito de maltrato sobre sus hijos. El juicio está previsto que se prolongue durante varios días con la declaración de los acusados, peritos y testigos.

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