
Madrid, 15 feb (EFE).- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a seis años de cárcel a un hombre por retener diez días a su compañera sentimental, a la que durante ese tiempo impidió comer, beber y salir de la casa que ambos compartían en la capital.
Según la sentencia hecha pública hoy, los hechos tuvieron lugar en octubre de 2010, poco después de que Eugenio R.U. y Francisca A.M. decidieran irse a vivir juntos tras conocerse en un hospital donde ambos se trataban de su adicción al alcohol.
A los pocos días de iniciar la convivencia, Eugenio comenzó a beber de nuevo alcohol en cantidades notables y se volvió cada vez más agresivo con Francisca.
Esta actitud, junto con las vivencias que Eugenio le había contado de su etapa de soldado ruso en Afganistán, provocaron en Francisca un gran temor, del que hizo partícipe a una compañera de trabajo.
El 8 de octubre de 2010, Francisca llegó a casa después de trabajar y encontró a su compañero borracho. Discutieron por ese motivo y la mujer avisó por teléfono a la hija de Eugenio del estado en el que se encontraba su padre, que ese día tenía que recoger a otra hija menor en el ejercicio de su derecho de visitas.
La hija mayor no le abrió la puerta de su domicilio, lo que tampoco hizo poco después Francisca, quien avisó a la Policía y obligó a su compañero a entregarle las llaves de casa.
Al día siguiente, Eugenio, ya sobrio, llamó por teléfono a su pareja para pedirle perdón y decirle que se acercaría a la casa a recoger sus cosas.
Sin embargo, cuando Francisca le abrió, la golpeó y la empujó hasta el dormitorio mientras la decía que ambos se quedarían encerados allí "hasta que nos muramos y huelan nuestros cuerpos. No será una muerte rápida, sino una muerte lenta y dura para ti".
Durante días, Eugenio mantuvo encerrada a su víctima en la habitación durante días, sin comida ni agua y sin permitirle ir al baño salvo en una ocasión, lo que provocó a la mujer un estado de desnutrición y de debilitamiento progresivo que se sumó a la cirrosis hepática que ya sufría.
Cuando por fin Eugenio permitió a su compañera estar en el salón, pero sólo en un pequeño sillón, la mujer aprovechó un descuido de su agresor para llamar a una amiga con su teléfono móvil que encontró entre los cojines.
Finalmente, la Policía acudió al domicilio y encontró a Francisca en un estado físico tan deteriorado que, de no haberse producido el rescate, le hubiera causado la muerte en 24 ó 48 horas, según precisa la sentencia.
La Audiencia no ha apreciado pruebas que acreditaran una situación de violencia habitual del acusado ni de otros episodios de maltrato perpetrados contra Francisca ni contra otras personas de su entorno familiar.
De este modo, rechaza la petición de la acusación particular de condenar al autor por un delito de violencia habitual en el ámbito familiar y por maltrato.
Por tanto, la condena a seis años es por un delito de detención ilegal en concurso con otro de lesiones agravadas.