La Fiscalía pide 81 años y medio de prisión para el acusado de matar a un matrimonio de ancianos y a su nieta en su domicilio de la calle Sardenya de Barcelona el 27 de enero de 2012, en el barrio de la Sagrada Familia, para vengarse porque la hija de ambos no quería retomar una relación sentimental con él.
BARCELONA, 12 (EUROPA PRESS)
Según el escrito de acusación, Alejandro Cuartero planificó el crimen al no conseguir recuperar a Mónica Claveguera --con quien había mantenido una relación estable--, hija de los ancianos y que vivía con ellos, y "movido por el propósito delictivo de acabar con la vida de los ancianos y la menor" los mató golpeándoles en la cabeza con un mazo.
El fiscal acusa a Cuartero de tres delitos de asesinato con alevosía y ensañamiento, un delito de violencia psíquica habitual y un delito de robo con violencia e intimidación, y pide que indemnice a las hermanas Claveguera con 320.000 euros, al hermano de la anciana con 30.000 euros y a la hermanastra de la menor con otros 20.000 euros.
El Ministerio Fiscal pide 25 años de prisión por cada asesinato, cinco años por el robo del teléfono móvil propiedad de la niña, de un ordenador portátil y una tablet, y un año y medio por un delito de violencia psíquica habitual contra su exnovia.
Según el relato del fiscal, el acusado y la hija de los Claveguera mantuvieron una relación con convivencia durante varios años, produciéndose la ruptura en junio de 2011, momento en que ella se fue a vivir con sus padres y su sobrina en el piso del número 278 de la calle Sardenya.
Desde entonces y hasta el día de los crímenes, prosigue el fiscal, el acusado Alejandro Cuartero, "que no aceptaba el cese de la relación sentimental con Mónica, sometió a la misma, de forma constante, a seguimientos y acoso psicológico".
Durante este tiempo le controló la correspondencia y las facturas telefónicas, contactó con personas que se relacionaban con ella para que dejaran de verla, instaló dispositivos de seguimiento en su vehículo para seguir todos sus movimientos, mandándole mensajes de contenido amenazante, y "todo ello urdido para que su excompañera volviera con él".
"El acusado, a pesar del comportamiento descrito, no consiguió que Mónica volviera con él, lo que provocó que planificara los dramáticos hechos", y decidiera matar a sus padres y a la nieta.
DÍA DE LOS CRÍMENES
Cuartero accedió a la vivienda de la calle Sardenya la mañana del 27 de enero y golpeó a la anciana, a su marido y a la menor produciéndoles lesiones cerebrales masivas y traumatismos craneales múltiples que acabaron con sus vidas.
"El imputado, además de acabar con la vida de estas tres personas, les ocasionó un gran sufrimiento a consecuencia del número de lesiones que les produjo, las zonas en las que les infligió el ataque brutal, así como la innecesariedad de algunas de ellas para causarles la muerte, el cual no era necesario para causarles la muerte", valora el fiscal.
Como consecuencia del crimen, su expareja ha sufrido un bloqueo emocional y presenta un cuadro de estrés postraumático crónico con grave afectación con sentimientos depresivos, por lo que el fiscal pide para ella 170.000 euros de indemnización, mientras que para su hermana y madre de la menor, pide 150.000 euros.
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