Absuelto por falta de pruebas un etarra acusado de atentar en Barajas en 1997

Madrid, 28 ene (EFE).- La Audiencia Nacional ha absuelto al etarra Eneko Gogeaskoetxea Arronategi, acusado de participar en el lanzamiento de granadas en 1997 contra el aeropuerto de Barajas, al entender que su inculpación por parte de otro miembro de ETA no es prueba suficiente contra él.

Gogeaskoetxea Arronategi, quien durante el juicio negó ser de la banda terrorista pero que fue condenado por ello en Francia en mayo de 2011, fue detenido el 7 de julio de 2011 en Cambridge (Reino Unido) y llegó a España en julio de 2012.

El acusado queda libre ahora de un delito de estragos terroristas ya que, según la sala, la Fiscalía solo esgrimió como prueba en el juicio celebrado la semana pasada la declaración de otro etarra inculpándole.

Los hechos enjuiciados ocurrieron en la madrugada del 6 de enero de 1997, fecha en la que se lanzaron cinco granadas desde un descampado cercano al aeropuerto de Barajas, una de las cuales impactó en un camión situado en la calle de Escorpión y causó daños materiales por valor de 1.087 euros.

En la sentencia, la sala recuerda que el fiscal presentó fundamentalmente como prueba la declaración en la policía y ante el juez de Kepa Arronategi Azurmendi, etarra condenado por estos hechos y que dijo haber actuado en compañía del ahora absuelto.

La resolución explica, sin embargo, que la doctrina del Tribunal Constitucional estipula que la declaración incriminatoria de un coimputado "carece de consistencia plena como prueba de cargo cuando, siendo única, no resulta mínimamente corroborada por algún dato periférico".

Apunta también que, según el Tribunal Supremo, estas declaraciones "no poseen solidez plena como prueba de cargo suficiente cuando, siendo únicas, no están mínimamente corroboradas por algún hecho, dato o circunstancia externa".

Ningún otro elemento le incrimina, añade la sentencia, ya que en ninguna de las muestras recogidas en el lugar de los hechos se encontraron huellas del absuelto y tampoco se halló ningún documento que lo vinculara con el comando etarra "Kartu", autor del atentado.